La justicia española está a punto de tomar una decisión que podría sentar un peligroso precedente en la protección animal: separar a Marlos, un perro que ha vivido con su única familia durante más de siete años, para entregarlo a una persona con un alarmante historial de maltrato y abandono.
Esta resolución no solo pone en riesgo la seguridad del animal, sino que también expone las grietas de un sistema judicial que, lejos de priorizar el bienestar de los seres más vulnerables, parece inclinarse a favor de individuos con antecedentes preocupantes.
Daniel José Santomé Lemus, conocido en redes como Dalas Review, ha sido señalado por la influencer Miare’s Project (María) como un maltratador sistemático de animales, según pruebas documentadas en videos publicados en su propio canal de YouTube.
En bienestar de Marlos
Una decisión judicial alarmante
A pesar de que la sentencia no es firme, en los próximos días Marlos podría ser entregado a Dalas Review. Como medida desesperada, Miare ha publicado un video con pruebas gráficas, audios y documentos legales que evidencian el maltrato que este ha infligido a sus animales. Entre estas pruebas destaca un auto del Juzgado de lo Penal Número 27 de Barcelona (Procedimiento Abreviado Núm. 340/2022-B), que ordena la entrega de Marlos a Dalas Review.
El streamer solicitó al juez que su expareja le devolviera al animal, alegando que estaba registrado a su nombre. Como medida cautelar, el magistrado aceptó la petición, obligando a María y su familia a entregar a Marlos en los próximos días. Esta situación ha llevado a la influencer a exponer la verdad sobre Dalas Review.
Dalas en el punto de mira
Un historial de abuso y negligencia
María y Dalas compartieron la custodia de Argos, otro perro que vivió con el streamer desde los tres hasta los ocho meses de edad. Durante ese tiempo, según testimonios y pruebas aportadas, el cachorro sufrió maltrato constante: heridas tratadas negligentemente con vendas de papel y cinta adhesiva, largos períodos de encierro en un transportín sin agua ni comida y agresiones físicas.
Argos en el transportín
Según conversaciones peritadas, Dalas admitió: “Las veces que le pego de verdad es como una cada dos semanas, dependiendo de la época. Y no es para tanto porque siempre le tapo la puta boca”, refiriéndose al cachorro Argos.
Imagen cedida a Tribu Animalista Ubuntu
María logró rescatarlo y rehabilitarlo, pero Dalas ha intentado reclamarlo en una aparente estrategia de violencia vicaria, buscando manipular y perjudicar a su expareja.
El lado más oscuro de Dalas
Un preocupante historial judicial
Dalas Review no es ajeno a los tribunales. Ha enfrentado acusaciones por maltrato a mujeres, abuso sexual a menores, acoso, difamación, estafa y maltrato animal. En enero de 2024, el Tribunal Supremo lo condenó a indemnizar con 12.000 euros al padre de María por intromisión en su derecho al honor, obligándolo a leer la sentencia cuatro veces en su canal de YouTube.
Además, un juzgado de Barcelona anuló un contrato de confidencialidad que Dalas había hecho firmar a una expareja para evitar que hablara sobre su relación.
Parcialidad judicial
Un juicio cuestionado y una decisión peligrosa
El 28 de diciembre de 2018, en plena disputa judicial, Dalas intentó llevarse a Marlos por la fuerza, hiriendo a uno de sus tutores, quien terminó con la rodilla rota al intentar impedir el secuestro del animal.
A pesar de los antecedentes y la evidencia presentada, el juez Guillermo B.P., del Juzgado de lo Penal Número 27 de Barcelona, dictaminó la entrega de Marlos a Dalas. No obstante, la Audiencia Provincial de Barcelona anuló esta decisión por la evidente parcialidad del magistrado, quien había acosado a testigos y mostrado falta de neutralidad en el proceso.
El nuevo juicio, sin embargo, sigue en el mismo juzgado y ahora está a cargo del juez Ricardo Y.V., colega del anterior, lo que genera serias dudas sobre la imparcialidad del proceso. El 24 de enero de 2025, Ricardo Y.V. Ordenó nuevamente la entrega de Marlos a Dalas, ignorando la apelación pendiente en la Audiencia Provincial.
Lo mejor para Marlos
Un precedente peligroso para la protección animal
El Código Civil español, vigente desde el 5 de enero de 2022, reconoce a los animales como seres sintientes y establece que cualquier decisión judicial sobre ellos debe garantizar su bienestar. Sin embargo, la decisión del Juzgado de lo Penal Número 27 de Barcelona contradice este principio, desoyendo la resolución de la Audiencia Provincial y poniendo en grave peligro a Marlos.
Las pruebas presentadas por Miare’s Project incluyen peritajes de mensajes de WhatsApp en los que Dalas admite abiertamente su aversión hacia el cachorro Argos, confesando que lo regaló porque no lo quería.
Imagen cedida a Tribu Animalista Ubuntu
A pesar de la contundente evidencia que documenta un patrón reiterado de maltrato y abandono de animales a lo largo de los años, la justicia española parece inclinarse a favor de un individuo con un historial de violencia sistemática. Esta decisión no solo pone en riesgo el bienestar de Marlos, sino que también envía un mensaje alarmante sobre la falta de protección real para los animales en el sistema judicial.
Falta de conocimiento sobre los perros
Irregularidades en el proceso judicial
El caso ha estado marcado por controversias e irregularidades que han generado una fuerte indignación en la familia. Uno de los aspectos más cuestionables ha sido la prueba realizada durante el juicio bajo la dirección del juez Guillem, quien tomó decisiones duramente criticadas por su falta de rigor y sensibilidad hacia el bienestar del animal.
En un procedimiento inusual y carente de supervisión profesional, el juez ordenó trasladar a Marlos desde su hogar hasta el juzgado de las Cortes Catalanas, en Barcelona, donde fue expuesto en la vía pública en un entorno desconocido y altamente estresante.
Post de Dalas en X
En un acto sin precedentes, el magistrado sujetó al perro con una correa mientras la secretaria judicial grababa la escena. Todo esto ocurrió sin la presencia de un especialista en comportamiento animal, lo que generó serias dudas sobre la validez y ética de la prueba.
Durante esta inusual evaluación, el juez pidió a Daniel José Santomé Lemus que llamara al perro por su nombre, dejando suelto a Marlos en la vía pública. Marlos pasó antes por otras personas presentes, mostrando interés por ellas antes que por Dalas Review. El perro evidenció signos claros de estrés, evitación y miedo. En lugar de correr a su encuentro, como Dalas había asegurado que ocurriría, Marlos se mostró retraído y poco receptivo, contradiciendo la versión difundida por el acusado en sus redes sociales.
En un momento particularmente alarmante, el juez llegó incluso a empujar físicamente a Marlos en dirección a Dalas, en un aparente intento de forzar una reacción afectiva inexistente. Esta acción evidenció no solo una falta de criterio profesional en el manejo del animal, sino también una preocupante insensibilidad hacia su bienestar.
Especialistas en etología coinciden en que la conducta del perro reflejaba incomodidad y ansiedad, signos inequívocos de que no existe un vínculo afectivo con Dalas. Sin embargo, la falta de conocimientos en psicología canina del magistrado llevó a que la escena fuera interpretada de manera errónea, sin el respaldo de expertos que pudieran ofrecer una evaluación objetiva y fundamentada.
Marlos es un ser sintiente
Un proceso judicial con omisiones graves
La Sala de lo Penal N.º 27 de Barcelona ha ignorado el reconocimiento de Marlos como un ser sintiente. Su entrega a Dalas sería una sentencia de muerte, según María y su familia, ya que el perro no tiene ningún vínculo con él.
Además, se han desestimado pruebas presentadas por Miare’s Project que muestran el sufrimiento de diversos animales en manos de Dalas Review, incluyendo el caso de Argos, un cachorro que fue maltratado y luego regalado porque no lo quería.
Imagen cedida a Tribu Animalista Ubuntu
A pesar de estos antecedentes, la justicia no ha considerado estos elementos en el proceso.
Los animales no son objetos
Un historial preocupante de maltrato animal
Daniel José Santomé Lemus tiene un alarmante historial de maltrato y abandono de animales. En repetidas ocasiones ha afirmado que golpear a los animales es “normal” y ha abordado la zoofilia en su canal de YouTube, generando gran preocupación sobre su idoneidad como tutor de cualquier ser sintiente.
Recientemente, se le ha acusado de intentar vender un gato por 600 dólares, justificándolo con gastos de transporte y falta de tiempo. Además, muchos animales que han pasado por sus manos han desaparecido en circunstancias sospechosas: su camaleón fue fotografiado sin vida junto a otro lagarto en un experimento macabro, su tortuga fue abandonada y posteriormente rescatada por María R. Y su madre, y su chinchilla Mopi falleció en circunstancias extrañas tras ser devuelta a Dalas.
Que la justicia española pueda entregar un animal a una persona con estos antecedentes sería una sentencia de muerte, según Miare's Project. Esto no solo vulneraría los principios de la Ley de Bienestar Animal, sino que también enviaría un mensaje desolador a la sociedad: que los animales siguen siendo tratados como meros objetos, sin derechos ni protección.
Dalas reside en Dubai
Desacato y desprecio por la justicia
El Tribunal Supremo de España ha emitido recientemente una condena contra este individuo, quien, lejos de mostrar respeto por el fallo judicial, ha manifestado abiertamente su intención de no acatar ninguna orden. A través de su canal en redes sociales, ha asegurado que jamás cumpliría un requerimiento judicial, adoptando una actitud desafiante y burlona hacia el sistema legal.
Esta postura adquiere una gravedad alarmante si la Audiencia Provincial, en las próximas semanas, dictamina la devolución del perro Marlos a su familia de origen. El condenado podría desobedecer la orden, privando al animal de la posibilidad de volver a su hogar y tener una vida digna.
El caso se agrava aún más por el hecho de que el acusado reside en Dubái, lo que podría generar complicaciones adicionales en el cumplimiento de la sentencia. Si Marlos fuera separado de su entorno seguro y trasladado, podría sufrir un profundo cuadro de depresión y ansiedad. Expertos en etología animal han demostrado que los perros con vínculos afectivos fuertes experimentan sufrimientos psicológicos irreversibles cuando son apartados de sus familias.
Animal de apoyo
Marlos: un perro con un vínculo familiar irrompible
Marlos no es simplemente un perro; es un miembro fundamental de su familia, con la que ha convivido durante siete años. La posibilidad de ser separado de su manada y de la persona que depende de él emocionalmente resulta cruel e injusta. Marlos cumple la función de perro de apoyo, un papel crucial en el bienestar emocional de su compañero humano. A pesar de que las pruebas médicas presentadas ante el tribunal respaldan la importancia de su presencia, ni el juez ni el demandante parecen considerar este factor determinante.
Marlos con su familia
Ellos no tienen voz, pero juntos podemos hablar por ellos
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*Este artículo es una colaboración de Peludos con Tribu Animalista Ubuntu (TAU). Los contenidos aquí publicados son proporcionados por TAU, y Guayana Guardian actúa como mero portavoz. Los periodistas de Peludos no han intervenido en la verificación de los hechos narrados, que son responsabilidad exclusiva de la organización colaboradora.
