Cuesta asumirlo, pero es cierto: incluso el perro más tranquilo puede dejar atrás a una persona en una carrera. No hace falta que corra. Ni siquiera que trote. Le basta con caminar un poco deprisa.
Esa diferencia abismal entre lo que cuesta al ser humano mantener el ritmo y lo poco que se alteran ellos al hacerlo quedó reflejada de forma inesperadamente graciosa en una situación que parecía no tener mayor complicación: una simple carrera de cinco kilómetros.
Cosas de perro
Compañeros fieles y mucho más rápidos
Fue en ese trayecto relativamente corto cuando una chica se percató del contraste. Mientras apretaba el paso, jadeaba y ponía a prueba su resistencia, su perro iba tranquilo, ni siquiera con la lengua fuera y sin mostrar fatiga alguna. No corría. Caminaba. Pero aun así mantenía el ritmo de su dueña sin esfuerzo.
La escena, que fue registrada en un vídeo compartido en TikTok, llamó la atención por lo que revela de la diferencia física entre especies en un contexto tan cotidiano como una salida a correr. Ella misma lo resumió con una frase llena de resignación pese a adelantar a otro corredor: “Yo luchando por mi vida y él ni se inmuta”. El comentario, que acompañaba las imágenes, convirtió el vídeo en uno de los más comentados en esa red social durante varios días.
En los comentarios, varios usuarios compartieron anécdotas similares con sus propios perros. Algunos aseguraban que también habían intentado entrenar con sus mascotas, solo para darse cuenta de que eran ellos quienes terminaban agotados, mientras los animales seguían como si nada: “Eso te hace ser humilde”. Otros bromearon con que los perros deberían tener su propia categoría en las carreras populares.
Lejos de plantearse como una comparación seria entre capacidades físicas, el vídeo logró viralizarse por lo reconocible de la escena: alguien que lo da todo y otro que, sin esfuerzo, se mantiene a la par. Aunque no fue más que un momento breve, la imagen de ese perro paseando sin prisa mientras su dueña se esforzaba al máximo sirvió para ilustrar, de forma natural, cómo los animales pueden poner en evidencia algunas limitaciones humanas sin necesidad de hacer nada especial.