Loading...

El emotivo rescate de un caniche perdido en el bosque gracias a la ayuda de una chica y su perro rastreador: “No tengo palabras”

Segunda oportunidad

El animal se había escapado en una zona de difícil acceso, rodeada de árboles densos y con nieve acumulada, que hacía casi imposible cualquier búsqueda tradicional

La hilarante reacción de un caniche cuando su dueño finge una llamada con su madre: “Sus caras son un cuadro”

Con suerte pudieron seguir un rastro de sangre

No hizo falta una orden. Wixen, un perro entrenado para rastrear, detectó la señal antes que nadie y se puso en marcha. Su compañera, Hanne, lo siguió sin dudar. El rastro llevaba horas enfriándose entre la maleza de un bosque cubierto de nieve, pero el instinto del animal no se dejó engañar.

Al fondo, agazapado y temblando, el caniche apareció. Herido, sin moverse y con la mirada fija en el suelo. Así terminó una búsqueda que había comenzado días antes y que pocos imaginaban con final feliz. “No tengo palabras”, resumió un usuario al ver el vídeo del rescate.

Final feliz

El caniche estaba atemorizado en medio de la nieve

Antes de que Wixen saliera de casa, ya corrían las noticias de que una perra se había perdido en una zona boscosa cercana. Nadie sabía con exactitud cuándo se había adentrado en la espesura. Las cuidadoras encargadas del animal habían pedido ayuda a Hanne, conocida por colaborar en rescates junto a su perro. Ella aceptó al momento. Era consciente de que las primeras horas eran decisivas y que, con la nieve acumulada, cada minuto contaba.

La búsqueda no fue rápida. Según relató Hanne, “la nieve era muy profunda, así que tuvimos que ir con cuidado”. Wixen se centró en un punto específico, donde se adivinaba un rastro intermitente de sangre. Siguieron aquella pista con la esperanza de que aún estuviera fresca. Avanzaron en silencio, atentos a cualquier señal entre los árboles, hasta que un leve movimiento al borde de un claro les obligó a detenerse.

No corrió. No ladró. Tampoco saltó. El caniche de color negro estaba paralizado, cubierto de escarcha y sin intención de acercarse. La tensión era evidente. “Tuvimos que atraerla poco a poco con algo de comida”, explicó Hanne, consciente de que cualquier paso en falso podía hacerla huir de nuevo. 

Síguenos en Instagram para enterarte de las novedades más peludas y disfrutar de contenido como este

Wixen permaneció quieto, manteniéndose cerca sin invadir el espacio del otro perro. Aquel gesto, tan simple como preciso, marcó la diferencia. “La perra estaba aterrorizada, fue un alivio cuando por fin conseguimos tenerla a salvo”, añadió Hanne al contar lo ocurrido. Su voz dejaba claro que el mérito era compartido. “Y todo fue gracias a Wixen”, concluyó.