El día en que Frankie empezó el colegio trajo una sorpresa dentro de casa. Sus padres, convencidos de que serían ellos los que tendrían más difícil la separación, regresaron tras dejarle en la escuela y se toparon con otra reacción distinta.
En la puerta les esperaba Beau, el golden retriever de la familia, que no entendía por qué el pequeño no volvía con ellos. El perro, acostumbrado a pasar el tiempo junto al niño, se quedó desconcertado y desde entonces no se movió de la entrada.
Sin moverse
Los padres creyeron que la despedida sería dura y acabó siéndolo para su perro
La ausencia se le hizo tan larga que pasó horas tumbado frente a la puerta, atento a cualquier movimiento que pudiera anunciar el regreso del niño. Incluso cuando podría estar haciendo otras cosas, el animal prefería seguir apostado en el mismo lugar. Esa espera terminó cuando por fin Frankie regresó a casa después de su primer día en la guardería, y la reacción de ambos mostró lo fuerte que es su relación.
La madre del pequeño grabó cómo Beau recibía al niño nada más entrar. El golden retriever saltaba alrededor de él mientras Frankie aplaudía con entusiasmo por volver a verlo. Solamente así el perro accedió a subir las escaleras de la casa. La escena cerró un día marcado por la espera del perro, que no encontraba ninguna calma hasta que volvió a tener al niño delante.
En paralelo, el vídeo que recogía el reencuentro corrió por redes sociales y acumuló millones de visualizaciones y comentarios. Los internautas se volcaron en describir el vínculo entre ambos y también en lanzar propuestas para que el perro no vuelva a quedarse intranquilo durante la jornada escolar.
Algunos usuarios ironizaron sobre la situación. Una internauta escribió: ”¿De verdad necesita Frankie ir al colegio? He oído que Ms. Rachel enseña bastante. Ponle eso”. Otra añadió: “Enséñale en casa. O que le dejen ir con él a la escuela. ¡Pero haced algo!”.
Otros optaron por comentarios más tiernos. Una usuaria señaló: “Mirad esa sonrisa”. Otra pidió: “Que Beau esté en la entrada y en la recogida”. Y también hubo quien lo resumió con una frase breve: “No merecemos a los perros”.
En esos mensajes, lo que quedó claro es que Beau no fue el único que sufrió la ausencia de Frankie, aunque sí fue quien lo expresó de la manera más evidente: pegado a la puerta hasta que su hermano volvió.