Al incorporar a un animal a nuestras vidas, automáticamente pasa a ser un miembro más de la familia. Lo más normal es que alcance el 'estatus' de hijo, pero también puede ser un hermano, sobre todo para los hijos únicos.
Es por eso que muchos no dudan en incorporar a estas especies en sus felicitaciones navideñas conjuntas, e incluso en su árbol genealógico. Sin embargo, esto puede ocasionar más problemas de lo que pueda parecer a simple vista.
Los animales como miembros destacados del núcleo familiar
Eso es lo que ha explicado la antrozoóloga Paula Calvo en su cuenta de Instagram, donde aporta consejos sobre el cuidado de perros y gatos. En esta ocasión, ha hablado sobre la incorporación de los animales a un genograma.
Lo primero que hace Calvo es explicar qué es un genograma: ”Es una herramienta usada en psicología y trabajo social para representar gráficamente los vínculos y las dinámicas familiares”. A continuación, añade qué se puede ver si se añaden a los animales a este concepto: “Perros sobreprotegidos que desarrollan ansiedad, vínculos tan intensos con un miembro de la familia que generan dependencia, o tensiones con una figura concreta que se traducen en reactividad o miedo”.
Para la “profesional canina”, la experta en las relaciones entre animales y humanos comenta que un genograma multiespecie le puede resultar muy útil para diferentes temas: “Comprender la historia del perro en su contexto real, explicar de forma clara a la familia lo que está pasando, y diseñar intervenciones más efectivas y duraderas.”
