Un perro rescatado se queda desconcertado al escuchar a un chihuahua ladrar como si fuera un juguete de goma:”Parece que intenta devolver un producto usado hace diez años sin recibo”
Muy agudo
Mientras el mestizo se mostraba expresivo y tranquilo, el diminuto perro parecía empeñado en hacerse oír sin descanso, lo que dio pie a comparaciones divertidas de los usuarios
Un gato muerde a su dueña, recibe una bronca y responde con la indiferencia más absoluta: “El único detalle que lo delata es el movimiento de su cola”
El pequeño tenía emitía un sonido casi de plástico
Algunos perros destacan por su tamaño, otros por la fuerza y hay quienes sorprenden por su manera de comunicarse. La variedad dentro de la especie es tan amplia que cada raza e incluso cada individuo desarrolla particularidades únicas, desde tonos graves y potentes hasta sonidos agudos que parecen imposibles de asociar a un animal.
Esa diversidad convierte cualquier encuentro entre dos perros muy distintos en una experiencia llamativa que puede dejar descolocado incluso al más acostumbrado a convivir con otros animales. Dentro de ese abanico se sitúa la historia que protagonizó un mestizo de catahoula leopard dog llamado Corso.
Gritón
El pequeño chihuahua sonaba como un juguete y descolocó por completo
Este perro, rescatado y adoptado por una trabajadora de una sociedad protectora, se topó con un chihuahua cuya voz desentonaba por completo con lo que había escuchado hasta entonces. El ladrido del pequeño sonaba idéntico a un juguete de goma, lo que dejó al mestizo visiblemente desconcertado y sin saber cómo reaccionar.
En un vídeo publicado por su dueña se aprecia la cara de sorpresa del animal al escuchar a su diminuto vecino. La reacción no pasó inadvertida para los internautas, que dejaron comentarios divertidos. Uno de ellos resumió la escena con ironía: “Parece que intenta devolver un producto usado hace diez años sin recibo”.
El contraste entre ambos perros no se limitaba al aspecto físico. Corso es un animal expresivo y hablador, como se describe a menudo a los catahoulas, mientras que el chihuahua parecía decidido a hacerse oír por encima de todo. Otro usuario comentó que “el pequeño está muy enfadado por algo y el grande lo intenta, pero es demasiado trabajo para su alma dulce”.
Aunque la reacción del mestizo resultó cómica, la actitud del chihuahua dejaba claro que no quería ceder terreno frente al recién llegado. Todo indica que el enfado del diminuto can se debía a la cercanía de otro perro a su dueña, una situación que defendió con toda la energía que tenía en su cuerpo.
La combinación de expresividad y desconcierto convirtió el encuentro en una escena tan curiosa como entrañable, con un final que dejó a todos más pendientes de la peculiar voz del chihuahua que de la sorpresa inicial del perro rescatado.