En algunas casas, las costumbres familiares se convierten en auténticos hábitos que trascienden generaciones. Da igual si se trata de dar gracias antes de comer, de seguir siempre el mismo orden en la mesa o de guardar silencio durante unos segundos: ese tipo de gestos marcan el día a día de quienes los practican.
En ocasiones, incluso los animales que crecen en ese ambiente terminan integrando esos hábitos con una naturalidad que sorprende. Algo parecido ocurre con un rottweiler llamado Carl, cuyo comportamiento durante la comida ha generado una mezcla de asombro y ternura en redes.
Activación
Un perro espera la señal correcta antes de lanzarse a comer
Todo empezó cuando su actual cuidadora publicó un vídeo en el que se veía al perro sentado frente a su cuenco lleno de pienso. En el texto que acompañaba la grabación explicaba que los antiguos propietarios de Carl rezaban antes de cada comida, así que decidió mantener la costumbre.
En las imágenes se la escucha probar diferentes formas de la misma palabra, diciendo Amén con diversas pronunciaciones, pero el animal no se movía ni un centímetro. Permanecía inmóvil, con la mirada fija en ella y la boca llena de saliva.
La situación se volvió casi cómica cuando la mujer, cada vez más dudosa, ensayó todas las variantes posibles del término religioso. Según se escucha en el vídeo, incluso llegó a pronunciar una oración completa que terminó con un firme Amén, pero Carl siguió esperando sin tocar la comida. Tras varios intentos, ella probó con otra expresión y, al decirle “Vale, Carl… vale, chico”, el perro entendió que ya podía comer y se abalanzó sobre el cuenco con entusiasmo.
El clip acumuló miles de comentarios, muchos de ellos centrados en descubrir cuál era el código real de la oración del rottweiler. Algunos internautas bromeaban con que el perro necesitaba que le hicieran la señal de la cruz antes de empezar, mientras otros apuntaban que tal vez estaba esperando escuchar la frase “En el nombre de Jesús, amén”. Uno de los usuarios resumió el desconcierto general con humor al escribir: “Esta mujer está tardando una eternidad en rezar”.
Tiempo después, la propia dueña aclaró en otro vídeo que los anteriores propietarios habían usado la palabra Amén como orden para empezar a comer, aunque con el tiempo Carl pareció asociar la señal a otra palabra distinta: Vale. Ese simple cambio explicaba su insistencia en esperar la frase correcta antes de lanzarse a por su comida.
