Savina Paül, piloto de avión de 30 años: “Para nosotros estar de 'standby' significa estar de guardia, listos para volar si alguien no puede hacerlo o si la programación cambia”
Curiosidades de aviación
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Savina Paül, piloto de avión de 30 años: “Para nosotros estar de 'standby' significa estar de guardia, listos para volar si alguien no puede hacerlo o si la programación cambia”
La piloto de avión Savina Paül, de 30 años, ha compartido en sus redes sociales cómo es realmente la experiencia de estar “de standby”, una condición habitual en la vida de los pilotos que obliga a mantener la maleta preparada y la mente lista para volar en cualquier momento. “Hoy me han activado de standby para volar a Los Ángeles”, explica, acompañando su relato con imágenes desde la cabina.
Se perdió el cumpleaños de su madre
En standby te pueden activar y tener que trabajar en cualquier momento
Savina Paül quiso aclarar primero de todo qué significa exactamente este término tan común en la aviación: “¿Qué representa para nosotros el término ‘standby’? También conocido como ‘imaginaria’, es ese periodo en el que los pilotos estamos de guardia: listos para volar si alguien no puede hacerlo o si la programación cambia”. Esta flexibilidad, reconoce, es una parte fundamental de su trabajo y de su día a día.
“Estamos tan acostumbrados a vivir con esta flexibilidad que ya forma parte de nuestra rutina”, asegura. Sin embargo, también destaca el lado más complejo de esta disponibilidad constante: “Sabemos que los planes pueden cambiar en cualquier momento y por eso es tan importante que nuestro entorno lo entienda también. Que sepa que a veces no es falta de ganas, sino que la programación siempre va primero”.
Una vez explicado eso, la piloto comparte con sus seguidores cómo fue su día una vez activada para volar desde Barcelona a Los Ángeles: “Hoy debería estar en casa de mi madre celebrando su cumpleaños, pero me han activado un standby y me voy a Los Ángeles. Y es que siempre os explico lo maravilloso que es este trabajo, pero como todo, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas”. Tras realizar el briefing con la tripulación, el equipo se dirigió al avión, aparcado en remoto: “Tendremos que embarcar con jardineras”, es decir, yendo en autobús hasta el avión.
Durante el vuelo, Paül ofrece detalles técnicos que muestran la magnitud de la operación: “Despegamos por la pista 06 izquierda, la más larga, dejando Barcelona por nuestra izquierda. Hoy pesamos 241 toneladas, casi nuestro peso máximo”. Mientras avanza el trayecto, describe el recorrido y las condiciones de vuelo: “Ponemos rumbo noroeste para cruzar Francia, Shannon, Gander y Nuuk, el FIR de Groenlandia. En el Atlántico norte nuestra ruta evita una tormenta subtropical llamada Karen”.
El vuelo, de más de 11 horas, contó con tres pilotos que se turnaron para descansar en el Crew rest, el compartimento con literas habilitado para el descanso durante la fase de crucero. “En despegue y aterrizaje estamos todos en cabina y preparamos la aproximación a la pista 25 izquierda de Los Ángeles”, añade. Al llegar, el cambio horario marca la diferencia: “En casa son las siete de la mañana y aquí las diez de la noche. Pero bueno, uniforme preparado, porque mañana ya hacemos la vuelta. Ducha de agua caliente y a dormir”.
Con este tipo de contenido, Savina Paül ofrece una mirada cercana a la realidad de los pilotos comerciales, un trabajo lleno de disciplina, responsabilidad y pasión, pero también de sacrificios personales que pocos conocen desde tierra y que ella se encarga de mostrar a sus seguidores.