Harley-Davidson versus Indian Motorcycles: la guerra más sucia que haya visto la industria

Historias curiosas

Algunas rivalidades son de sobras conocidas, como la de Ferrari y Lamborghini o Yamaha y Honda, pero si hubo alguna que cruzó todos los límites fue la de las dos grandes marcas motociclistas americanas

Fábrica de motos de Harley Davidson

Fábrica de motos de Harley Davidson

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Incluso en nuestro hipercapitalista mercado se entiende que la competencia entre marcas debe ser leal o al menos parecerlo, y que hay formas y maneras de entender la rivalidad que son juego sucio y conviene evitar incluso entre los competidores más acérrimos. De hecho, hay organismos independientes que se ocupan de que las cosas no se salgan de madre en las guerras comerciales; una especie de “Convención de Ginebra” corporativa que les dice a las marcas hasta dónde pueden llegar en el sano intento de meterle el dedo en el ojo a las rivales.

Pero a principios del siglo XX y en unos Estados Unidos que buscaban ya posicionarse como una potencia económica, no solo no existían las oficinas de control de la competencia, sino que la rivalidad comercial se vivía todavía como si se tratara de un duelo en O.K. Corral: solo podía quedar uno.

Fundadores de Harley Davidson

Fundadores de Harley Davidson

Un entorno salvaje que propició una de las guerras comerciales más sucias y menos conocidas de la historia del motor; la que enfrentó a Harley-Davidson e Indian Motorcycles por el dominio del mercado nacional. Una rivalidad disputada con una falta total de ética y en la que intervinieron espías industriales, corredores de bolsa corruptos y por supuesto políticos siempre dispuestos a sacar partido.

Algo personal

En realidad la pelea entre William S. Harley y Arthur, William y Walter Davidson -fundadores de la marca de Milwaukee- y George Hendee y Oscar Hedstrom -fundadores de la Hendee Manufacturing Company en Springfield, Massachussets y constructores de las Indian- comenzó en 1900, incluso antes de fabricar ninguno de ellos sus primeras motos.

Para entonces la motocicleta daba ya sus primeros pasos en Europa aunque todavía no había llegado con fuerza a los Estados Unidos y tanto en las oficinas de Milwaukee como en las de Springfield se afanaban por ser los primeros en fabricar la primera gran moto totalmente Made in USA. Una hazaña industrial que no solamente iba a suponer entrar en los libros de historia, sino también y mucho más importante, hacerse con una buena porción de un mercado que ya reclamaba máquinas locales.

Harley-Davidson Bill Harley y Walter Davidson en un modelo con sidecar en 1920

Harley-Davidson Bill Harley y Walter Davidson en un modelo con sidecar en 1920

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La rivalidad entre Hendee y la familia Harley pronto derivó en lo personal. George Hendee era propietario de una exitosa fábrica de bicicletas -las “Silver King”- que se vendían muy bien por todo el país y le permitían disponer de un importante colchón económico y unos buenos inversores. Los Harley, por el contrario, regentaban un pequeño taller de reparación de barrio y eran de recursos muchísimo más modestos.

En resumen; los fundadores de Indian podían gastar más dinero en el desarrollo de su moto mientras que en Milwaukee avanzaban al ritmo que permitían sus ahorros y el de sus familiares. Por eso a nadie le extrañó que Indian se adelantara dos años a Harley-Davidson y presentara oficialmente al mundo la primera motocicleta norteamericana.

Indian se adelantó dos años a Harley-Davidson y presentó oficialmente al mundo la primera motocicleta norteamericana

William S. Harley había diseñado en 1901 su primer motor para bicicleta y George Hendee, que había fundado la compañía en 1897 lo hizo también en 1901 pero mientras H-D no pasó de ahí, ese mismo año ya logró comercializar dos modelos. Y no solo eso; en 1902 presentó su primera moto y Harley, por el contrario, no comenzó a vender motos hasta 1904, mientras Indian lanzaba su primer V-Twin en 1906 y en Milwaukee tenían que esperar hasta 1909 para sacar el suyo.

Espionaje telegráfico

Que los “niños ricos” de Indian les hubieran superado sentó muy mal en Milwaukee y llegados a este punto la rivalidad entre los Harley y los Hendee excedía con mucho lo personal y entraba ya de lleno en la categoría de guerra a muerte. Como hemos dicho eran tiempos duros para tipos duros -en realidad no hacía tanto que en el Oeste del país aún resonaban los revólveres- y en Milwaukee decidieron desenfundar el suyo también.

En 1920, la compañía presentó la primera Indian Scout

En 1920, la compañía presentó la primera Indian Scout

Indian

Como los pedidos de motos se hacían por telégrafo -en aquel momento el medio de comunicación más rápido y el único que prácticamente llegaba a las ciudades más importantes- los de Milwaukee llenaron las estaciones telegráficas de espías que interceptaban las comunicaciones dirigidas a la marca rival. Días después, ante la falta de noticias y de las motos prometidas, un oportuno comercial de Harley-Davidson aparecía en la tienda en cuestión para ofrecer sus máquinas ante la “falta de formalidad” de Indian Motorcycles.

No pasó mucho tiempo antes de que en Indian se dieran cuenta de que sus comunicaciones eran espiadas

Evidentemente, no pasó mucho tiempo antes de que en Indian se dieran cuenta de que sus comunicaciones eran espiadas, así que optaron por escribir sus telegramas en clave para evitar que los hombres de H-D los interceptaran en las estafetas de correos.

Por ejemplo, cuando un vendedor de Indian recibía un telegrama con el texto “GOOD BALK GET”, “Good” significaba que le mandaban una remesa de motos, “Balk” que esas motos eran E3 monocilíndricas de 3 velocidades y “Get” que confirmase recepción con otro telegrama encriptado.

Moto Indian militar

Militares montados en motos Indian 

El juego del gato y el ratón entre espías de una y otra casa duró casi un lustro y finalizó hasta que Harley-Davidson entendió que la forma en que podía hacer daño de verdad a Indian no era con telegramas interceptados ni con publicidades insultantes sino con algo mucho más definitivo: la política.

Guerra a muerte

A esta historia de enfrentamiento aún le quedaba un penúltimo capítulo. En 1914 Indian quiso desprestigiar a Harley inflando artificialmente el precio de sus acciones en Bolsa con la intención de obligarla a una ampliación de capital o provocar una venta masiva de sus valores, pero en H-D no cayeron en la trampa.

La venganza de Milwaukee llegó pocos meses después al confirmarse la participación de los EE.UU. en la Primera Guerra Mundial. Tanto Harley-Davidson como Indian recibieron entonces contratos muy importantes para suministrar motos de enlace a las fuerzas armadas norteamericanas. El pliego de requerimientos era inicialmente el mismo para ambas fábricas y especificaba que la producción de motos civiles quedaba interrumpida mientras se estuviera en guerra y toda la producción debía centrarse en las motos militares.

Moto Indian militar

Moto Indian militar

Allí fue donde Harley-Davidson jugó mejor sus cartas. Gracias a la influencia en el Senado de los políticos locales y a sus contactos en la Secretaría de Defensa consiguió la autorización necesaria para seguir fabricando sus motos de calle mientras que no afectara a la entrega de las unidades para el ejército.

Aquello fue un torpedo directo a la línea de flotación de Indian, que no logró el mismo acuerdo con el pretexto de que había recibido un encargo de unidades mayor que el de H-D.

El resultado práctico de aquella jugada política fue que Indian desapareció -literalmente- de las tiendas y perdió unos años preciosos de los que no se recuperaría nunca del todo.

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