Aunque tengamos experiencia al volante, conducir con nieve no es tarea fácil. En invierno, las carreteras cubiertas de nieve se convierten en un peligro constante, ya que la adherencia al asfalto disminuye, la visibilidad se reduce y el riesgo de perder el control del vehículo aumenta. Por eso, antes de ponerse en marcha, es necesario tomar todas las precauciones posibles, especialmente cuando las previsiones anuncian mal tiempo.
Aparte de llevar las cadenas en el maletero y saber cuándo y cómo utilizarlas correctamente, es importante estar informado sobre las restricciones de circulación y el estado de las carreteras. La Dirección General de Tráfico (DGT) pone a disposición de los conductores un mapa interactivo online, donde se puede consultar en tiempo real las condiciones de las vías, incluyendo incidencias y alertas por mal tiempo. Echar una ojeada a las previsiones meteorológicas antes de salir permite anticiparse a posibles imprevistos y tomar decisiones más seguras durante el trayecto.
Una caravana de vehículos circula por una carretera nevada
Cuando las condiciones meteorológicas empeoran es imprescindible conocer los sistemas de alerta disponibles para los conductores, ya que de ellos depende no solo la seguridad en las carreteras, sino también la capacidad de anticiparse a los imprevistos que puedan surgir. Estos sistemas permiten estar al tanto de la situación real en las vías y ofrecen información puntual sobre la visibilidad, el estado de la calzada y las posibles restricciones de circulación.
Cada uno de los cuatro colores de las alertas de Tráfico está asociado a un nivel de riesgo
Ante esta situación, la DGT ha establecido un sistema de alerta con cuatro colores (verde, amarillo, rojo y negro), que varían según la intensidad de la precipitación y la cantidad de nieve acumulada en la calzada. Cada color está asociado a un nivel de riesgo y conlleva una serie de restricciones, que pueden ir desde la reducción de la velocidad en las carreteras hasta la prohibición total de circulación, dependiendo de la severidad de las condiciones meteorológicas y el impacto en la seguridad vial.
Nivel Verde
El nivel verde se activa cuando comienza a nevar, lo que marca el inicio de las condiciones invernales en las carreteras. Aunque no supone un gran peligro para la conducción, sí conlleva algunas restricciones para garantizar la seguridad de los conductores.
Las cadenas son obligatorias para conducir por una carretera cubierta de nieve
En este nivel, la velocidad máxima permitida en autopistas y autovías es de 100 km/h, mientras que en el resto de las vías se reduce a 80 km/h. Los camiones deben circular por el carril derecho y tienen prohibido adelantar. Aunque el riesgo no es elevado, se recomienda evitar los puertos de montaña y estar atento a las condiciones meteorológicas, ya que pueden cambiar rápidamente.
Nivel Amarillo
El nivel amarillo se activa cuando la calzada está parcialmente cubierta de nieve. En este caso, las condiciones son más complicadas, por lo que se imponen restricciones adicionales para evitar accidentes.
A partir del nivel rojo, el penúltimo en el escalafón, la DGT solo permite la circulación de turismos a una velocidad máxima de 30 km/h
Los camiones y vehículos articulados tienen prohibida la circulación, mientras que los turismos y autobuses no deben superar los 60 km/h de velocidad máxima. Es importante aumentar la distancia de seguridad, evitar maniobras bruscas y reducir la velocidad aún más en curvas y descensos para garantizar una conducción segura.
Nivel rojo
Cuando la carretera está totalmente cubierta de nieve, el nivel rojo se activa, indicando que las condiciones son peligrosas. En este caso, la conducción puede volverse arriesgada y, por tanto, se imponen restricciones más severas.
A partir del nivel amarillo de alerta de la DGT, los camiones tienen prohibida la circulación
Se prohíbe la circulación de vehículos articulados, camiones y autobuses, mientras que se recomienda encarecidamente a los turismos no desplazarse. Solo se permite la circulación con cadenas o neumáticos especiales, a una velocidad máxima de 30 km/h. Además, se aconseja no adelantar a los vehículos inmovilizados si no se tiene la certeza de poder continuar la marcha de forma segura.
Nivel negro
El nivel negro es el más extremo y se activa cuando la nieve o el hielo cubren la carretera en su totalidad, lo que impide la circulación. En esta fase, la prohibición de tránsito es total debido al alto riesgo de quedarse inmovilizado.
Si se produce esta situación, se recomienda utilizar el motor solo lo imprescindible para mantener la calefacción, ya que las bajas temperaturas pueden ser peligrosas. En caso de no haber refugio cercano, lo más seguro es permanecer dentro del vehículo. Para facilitar el trabajo de los quitanieves, es recomendable aparcar lo más orillado posible y evitar obstaculizar el paso.


