Luis Callejo (Segovia, 1970) es un actor que ha participado en más de 150 producciones televisivas y cinematográficas. Suele interpretar a personajes muy distintos, cargados de peso.Ha trabajado con directores como Fernando León de Aranoa, Jaime Collet-Serra, Belén Macías, Daniel Monzón, Alejandro Amenabar, Alex de la Iglesia o Steven Soderberg, ganador de un Oscar.
Hoy nos alejamos de los focos para conocer al Luis más íntimo, aquel que sorprendió a su familia diciendo que quería ser actor cuando iba para abogado.
Luis, bienvenido… ¿Cuál es el primer viaje que recuerdas haber hecho en coche?
Soy el pequeño de seis hermanos y hermanas, y me acuerdo mucho de ir con mis padres en un Seat 1430 de color marrón a Nava de la Asunción, el pueblo de Segovia donde nació mi madre. Sin embargo, el primer viaje en coche que me viene a la cabeza es el que hicimos en familia a Galicia en una época en la que las carreteras eran mucho peores. Mi padre, a quien no le gustaba mucho conducir y tampoco se le daba especialmente bien, iba bastante acongojado porque cogimos mucha lluvia y granizo durante todo el camino. Aunque lo pasamos fatal, fue una gran aventura.
Soy el pequeño de seis hermanos y hermanas, y me acuerdo mucho de ir con mis padres en un Seat 1430 de color marrón al pueblo de mi madre"
¿Hay algún momento de tu infancia que asocies directamente a ese coche?
En uno de estos trayectos que hacíamos al pueblo, recuerdo que paramos en la gasolinera, pedimos un refresco y ¡nos lo compraron! Me pasé el resto de la vida haciendo ese viaje, volviendo a pedir que parásemos allí a por una bebida, pero nunca más sucedió.
¿Cuál fue tu primer viaje largo?
No éramos una familia muy viajera. Salvo el que he comentado de Galicia, no salíamos mucho. El primer desplazamiento largo que hice fue para ir a estudiar segundo de BUP a Estados Unidos, donde vivía mi hermano mayor con su mujer y su hija de un año. Primero fui a Athens (Georgia), luego a Nueva York y, finalmente, a Atlanta; todo eso, teniendo solo 15 años, en los que prácticamente no había salido de Segovia. Para que te hagas una idea, era 1985 y no había subido nunca unas escaleras mecánicas y, mucho menos, a un avión. Era un paletillo de Segovia de 15 años con muy poca experiencia vital.
            Imagen de Callejo en una de sus interpretaciones cinematográficas
¿Te gusta conducir?
Me gusta mucho. Además, puedo fardar de haber aprobado el carnet a la primera en una época en la que podías ir estudiando el teórico y hacer el práctico a la vez. Me lo saqué con 18 años y 1 mes. Del carnet de moto no tengo tan buen recuerdo porque me lo saqué a los 30 y, aunque conseguí el teórico a la primera, suspendí el práctico; me catearon en la prueba de la rampa. En ese circuito había unas gradas llenas de gente que iban a hacer unas gestiones o lo que fuera y se quedaban allí sentados riéndose de ti.
¿Tuviste moto?
He tenido varias en mi vida. Empecé con una Suzuki Marauder negra de 250, tipo custom, que se la compré a un amigo y con la que fui muy feliz. La siguiente, que todavía conservo, es una Honda Revere, que se la compré a otro amigo; tiene 33 años y estoy muy contento con ella. Es de esas que te paran por la calle y te dicen: “¡Madre mía, qué moto!”. Yo siempre digo en broma que es como un tractor con dos ruedas, no corre mucho, pero tiene un sonido y una potencia que, bueno, es maravillosa. Tener moto, en realidad, me cambió la vida, incluso en la forma de vestir, porque me daba la opción de ponerme una ropa de abrigo muy chula.
Tengo una Honda Revere de 33 años y estoy muy contento con ella; es de esas que te paran por la calle y te dicen: “¡Madre mía, qué moto!”
¿Qué coches has tenido?
Tuve un Seat Panda blanco, con una puerta roja. Era de mi cuñada. Supongo que le dio un golpe y la cambiaron por esta de otro color. Era una tartana, pero lo disfruté mucho; incluso, me fui al País Vasco con él. Siempre he ido heredando los vehículos de mis hermanos, como el Ford Escort de mi hermano Alfonso. Como vivían fuera de España, a veces les hacía el transfer y les llevaba los coches al lugar a donde se habían ido a vivir. Lo hice con pedazo de Mercedes y un BMW. Verme a mí con esos automóviles tan chulos daba la sensación de que los había robado.
Risas…
Recuerdo, además, que, en aquella época, estaba como loco con Manolo García, todavía lo estoy, y me llegué a grabar en una cinta de cassette, diez veces seguidas su canción Como un burro amarrado a la puerta de un baile. La iba cantando con las ventanas abiertas y disfrutando del viaje como si no hubiera mañana.
            El actor segoviano ha participado en más de 150 producciones
¿Cuál ha sido tu viaje más desastroso?
El peor fue hace cinco años, con nuestro Toyota Verso. Entonces mis hijos tenían uno y tres años, y fuimos al bautizo del hijo de unos amigos, en Almería. La celebración era el sábado por la mañana y nosotros salimos después del cole, el viernes sobre las 17h. Después de un rato de camino, paramos a echar gasolina y a que comieran algo los niños, pero vimos que había mucha cola y decidimos seguir un rato más. Di marcha atrás. Había una farola que se veía bien, pero lo que no se intuía es que tenía un perímetro de hierro macizo que la protegía. ¿Qué pasó? Reventé toda la parte trasera. Después de un largo periplo, que nos hizo coger coches de sustitución y aviones, llegamos a Almería a las 5 de la mañana. Fue una aventura brutal, pero lo primero que pensé fue: “Pero ahora, ¿qué hostias hacemos?”.
¿Eres bueno al volante?
Mi chica conduce mejor que yo. Aunque suelo ser bastante prudente, pero, a veces, pierdo los nervios.
Cada día te vas a encontrar con un montón de gente cabreada en la carretera, que va a hacer alguna carajotada"
¿Qué te saca de quicio?
Cuando veo a alguien haciendo el cabra, me planteo una teoría. Si cuentas la cantidad de conductores que hay en Madrid y que, de ellos, un alto porcentaje, es inevitable que tengan un mal día de vez en cuando, te darás cuenta de que, cada día, te vas a encontrar con un montón de gente cabreada en la carretera, que va a hacer alguna carajotada. Pero vamos, que no son sólo los demás, también nosotros, y es algo que te puede poner en un sitio muy agresivo y muy feo. Te confieso que a veces también me pasa. Mi recomendación es no discutir nunca en el coche ningún tema importante.
Hoy día con el GPS es todo mucho más fácil, pero, ¿recuerdas la última vez que te perdiste?
¡Soy adicto al GPS! La última vez que me perdí fue porque utilicé el Maps de Apple cuando el Google Maps funciona mucho mejor. No sé por qué tenía tanta fe en él porque, de repente, me enviaba a un lugar totalmente distinto al que quería ir en realidad. Me perdí un montón de veces hasta que mi mujer, con muy buenas palabras me dijo “Mira, vamos a utilizar el otro, si no te importa”. En ese sentido, me he convertido en una persona bastante insegura, digo que soy adicto porque, aunque conozca el camino, lo tengo que mirar para saber cuál es la ruta que más me conviene.
            Luis Callejo se ha comprado una caravana de segunda mano del año 1990
Siendo actor, ¿en alguna ocasión, el guión te ha puesto un volante delante?
Me encanta que me pidan conducir. Hubo una época en la que hacía cortometrajes de bajo presupuesto, con escenas dentro de coche en tráfico abierto, lo que conllevaba su riesgo. En la película Tarde para la ira, de Raúl Arevalo, yo tenía una primera escena en la que atracamos una joyería y salía mal. A mí me tocaba conducir el vehículo por Móstoles en una persecución con la policía en la que acababa volcando. Para hacerlo bien me hicieron un curso de varias horas de conducción en curvas y derrapes. En este caso el tráfico estaba cerrado para la grabación, pero no se podía impedir que las personas salieran de su portal a la calle. Acción real y a mucha velocidad; fue algo increíble. De estas, he tenido varias y, ahora, espero que me propongan lo mismo, pero en una moto; me apetece muchísimo.
Ahora entiendo que te llamen “Tom Cruise” español…
Risas…
Me lo dijo un especialista una vez. Conducir marcha atrás es algo que me encanta, me pone cachondo. Es un reto que me gusta hacerlo bien porque tiene sus dificultades. Hace poco nos hemos comprado una caravana del año 90, de segunda mano, y hay incluso ¡tutoriales para poder aparcarla! Tienes que ir encontrando los puntos clave. La liamos bien en los campings hasta que lo conseguimos.
Esta siempre la pregunto y me encanta: ¿Qué es lo más loco que has hecho dentro de un coche?
Se ríe… Piensa…
Hombre, estoy recordando momentos divertidos que tienen que ver con estar en el coche parado, ¿me entiendes?
Luis, ¿con cuál de tus personajes te irías de viaje un mes?
Le tengo mucho cariño a un personaje que interpreté en El Penalti más largo del mundo, que era la segunda película en la que trabajaba, que se llamaba Khaled y era marroquí. Me caía muy bien. Recuerdo que el director me decía: “De dónde sea tu personaje es irrelevante, solo es una característica más; es un tío que convive en el barrio con los demás”. Me encantaría hacer un viaje en coche con él, con mi novia en la peli, Maria Botto, a jugar un partido de fútbol con mis compañeros de entonces durante un mes.
            Luis Callejo en 'Jefe'
Hablando de viajes que traen recuerdos maravillosos, si pudieras sacar un billete para viajar al pasado y revivir un momento determinado de tu vida, ¿A dónde sería?
Sería bastante cerca, a Nava de la Asunción, al pueblo de mi madre, porque tengo vagos recuerdos de aquello. Me gustaría verme a mí, ver cuando aprendí a montar en la bici que nos dejaron mis primos, y que me está viniendo, después de muchísimos años, de golpe, a la memoria, y, fíjate, revisitar pequeños conflictos de infancia. Recuerdo una vez, con los caramelos Sugus, que se suponía que salía premio en todos ellos, y al único niño del grupo del barrio al que no le salió, fui yo. Lloré muchísimo y me gustaría verme, en esa época, para poder recuperar recuerdos que sólo quedan en alguna foto antigua, sin la cual se perderían. Ahora que tengo hijos, me fascinaría revisitarme a mí de pequeño, ver cómo eran mis padres, mis hermanos, mis primos, mis abuelos y cómo era mi pueblo en realidad.
¿Cuál es el lugar al que siempre vuelves?
Hoy por hoy es Mallorca. Mi chica es de allí y, aunque hay un punto al que vamos por obligación, entre comillas, porque ahí tenemos mucha familia, cada vez viajamos más por devoción. Es un lugar de reposo, de acogimiento. Además, la familia de Carmen es muy cariñosa y para nosotros es un oasis maravilloso. Sólo te diré que nos vemos mayores y jubilados allí.
Por cierto, ¿tu plan para hoy?
Pues mira, hoy tengo una comida con compañeros de la última película que acabo de rodar. Nos ha convocado la directora. Por la tarde, la clásica logística familiar y varias gestiones en casa.
Después de hablar con Luis, me queda la maravillosa sensación de haber hecho un amigo con el que sin duda compartiré muchos más momentos. El primero de ellos será este próximo fin de semana cuando vea, en casa, la película de la que nos hablaba, Sin cobertura, en la que comparte cartel con Pepe Viyuela, Alexandra Jiménez, Ernesto Sevilla y que, según su directora, Mar Olid, es una comedia familiar de aventuras llena de magia y humor.

            
                
