Qué significan las letras B, D, N, P, R, S y W del cambio automático del coche: si no las conoces bien, puedes liarla más de lo que imaginas
Consejos
El sistema de cambio automático está formado por cuatro letras básicas y otras tres que añaden funciones específicas
El elemento que desaparecerá de los coches nuevos y será un recuerdo para nostálgicos
Los cambios de marcha automáticos utilizan letras en lugar de los tradicionales números que encontramos en los vehículos con transmisión manual
Manejar un coche con cambio automático no es tan fácil como parece si nunca has utilizado uno. La mayoría de conductores están acostumbrados al tradicional cambio manual, que durante décadas ha sido el estándar en Europa, donde el control del embrague y la palanca forman parte de la rutina y el aprendizaje básico al ponerse al volante. Sin embargo, con el auge de los coches automáticos, especialmente por la popularización de los modelos electrificados, cada vez más conductores se están adaptando a un sistema que, por ejemplo, en Estados Unidos los fabricantes adoptaron hace ya décadas y ya es habitual en todos los vehículos.
Lo primero que llama la atención al subirse a un coche automático es la ausencia del pedal de embrague, lo que transmite una sensación de simplicidad, pero también de desconcierto para quienes están acostumbrados a gestionar la transmisión manualmente. A continuación, la palanca de cambios, en lugar de tener varias posiciones como en los vehículos manuales, suele contar con un conjunto de letras que indican las distintas funciones de cambio automático, lo que también suele ser una sorpresa para los conductores que no están familiarizados con este tipo de transmisión.
Cuatro funciones básicas
El sistema de cambio automático suele estar marcado por cuatro letras básicas: P, R, N y D. Cada una de ellas tiene una función específica, y entender bien su uso nos permitirá realizar una conducción segura y eficiente.
- P (Parking): Es la posición de aparcamiento. Bloquea la caja de cambios y evita que el coche se mueva, incluso en pendientes.
- R (Reverse): Corresponde a la marcha atrás, similar al manual. Se activa generalmente pulsando un botón.
- N (Neutral): Es el punto muerto. No hay marcha engranada, pero el coche puede moverse si no se activa el freno. Es el modo que deberemos elegir al lavar el coche en un tren de lavado o cuando vaya a ser remolcado por una grúa (hacerlo en posición P puede causar daños importantes a la transmisión)
- D (Drive): Es la posición de avance. La caja cambia automáticamente entre marchas según sea necesario, permitiendo que el conductor se centre solo en acelerar y frenar.
Entender bien el uso del cambio automático nos permitirá realizar una conducción segura y eficiente
Para arrancar, se debe colocar la palanca en P (parking) para asegurar que la caja de cambios esté bloqueda. Una vez encendido el motor, se cambia a D (drive) para empezar a conducir hacia adelante. Para dar marcha atrás, basta con mover la palanca R (reverse), asegurándose de pisar el freno antes. Al detenerse, se puede dejar la palanca en D o colocarla en N (neutral) si se prefiere que el coche no esté en marcha. Finalmente, al aparcar, se debe poner la palanca en P para evitar que el vehículo se desplace.
Ya en marcha, es habitual que el coche nos obligue a pisar el freno antes de mover la palanca hasta D (si queremos avanzar) o R (si necesitamos ir hacia atrás). En algunos modelos, especialmente si la palanca de cambios simula el pomo de un cambio manual, será necesario presionar un botón para seleccionar R o para desbloquear la palanca de P y salir de la posición de aparcamiento.
Una vez el coche está en marcha solo se debe usar el pie derecho para acelerar y frenar
Una vez en marcha, solo se debe usar el pie derecho para acelerar y frenar. Si no se tiene activada ninguna otra función, el coche comenzará a moverse al levantar el pie del freno, avanzando despacio los primeros metros. Es importante recordar que nunca se debe usar el pie izquierdo para frenar, ya que el reflejo asociado al embrague nos lleva a presionar demasiado, lo que puede provocar una frenada brusca y un posible accidente por alcance.
Más letras, más funciones
Hasta ahora hemos visto las posiciones básicas de P (Parking), R (Reverse), N (Neutral) y D (Drive). Sin embargo, algunos coches automáticos incluyen otras letras que ofrecen funciones adicionales para situaciones específicas. Estas letras adicionales pueden ser útiles en ciertas condiciones de conducción, y es importante saber cuándo utilizarlas correctamente.
- S (Sport): Esta posición está pensada para una conducción más dinámica y deportiva. Al seleccionar S, el coche ajusta la caja de cambios para mantener las marchas más altas por más tiempo, que se traduce en una respuesta más rápida al acelerador y mayor rendimiento en aceleraciones.
- B (Brake): La letra B está diseñada para incrementar la retención del coche mediante la frenada regenerativa, algo que es común en los vehículos eléctricos o híbridos. Al levantar el pie del acelerador, el sistema comienza a frenar automáticamente, lo que permite conducir utilizando solo esta función, especialmente en entornos urbanos. Para viajes en autopista o autovía, lo más recomendable es cambiar a la posición D para una conducción más fluida
- W (Winter): Esta posición contribuye a mejorar el comportamiento del vehículo en condiciones de baja adherencia, por ejemplo, al circular por una carretera con hielo o nieve. Al activar W, el coche arranca en una marcha más alta, lo que reduce el deslizamiento de las ruedas y facilita el control en superficies resbaladizas.
Así, pues, si nos subimos por primera vez a un coche automático lo primero que deberemos hacer será familiarizarnos con la palanca de cambios y sus distintas posiciones. Con un poco de práctica, dominar las funciones básicas será sencillo, lo que nos permitirá disfrutar de una conducción más cómoda y segura, sin sobresaltos.