El taxi volador que promete cambiar el tráfico
Vídeo del día
Asegura que podrá conectar centros urbanos con aeropuertos en pocos minutos, reduciendo trayectos de 90 minutos por carretera a solo 12 minutos
El taxi volador que promete cambiar el tráfico
El fabricante británico Vertical Aerospace ha dado un nuevo paso en la carrera por la movilidad aérea urbana con la presentación del Valo, su primer taxi aéreo eléctrico de producción. La aeronave, un eVTOL —vehículo de despegue y aterrizaje vertical eléctrico—, aterrizó simbólicamente en Londres con la promesa de ofrecer transporte aéreo “para las masas”, aunque las dudas sobre la viabilidad del mercado siguen presentes en el sector.
El taxi volador que promete cambiar el tráfico
El Valo es la evolución del prototipo VX4. La versión presentada cuenta con una cabina de lujo para cuatro pasajeros, aunque la compañía ya trabaja en variantes capaces de transportar hasta seis personas, equipaje incluido. El diseño incorpora una estructura aerodinámica renovada, baterías situadas bajo el suelo y sistemas de seguridad redundantes que buscan cumplir los estándares más exigentes de la industria.
Vertical Aerospace asegura que su nuevo modelo puede alcanzar los 240 km/h y cubrir distancias de hasta 160 kilómetros sin emisiones operativas. Este rendimiento permitiría conectar centros urbanos saturados con aeropuertos en apenas unos minutos, una idea que su fundador, Stephen Fitzpatrick, empezó a perseguir cuando se cansó de perder horas en atascos durante sus viajes por el circuito de Fórmula 1.
Para la empresa, la clave está en recuperar tiempo. “La movilidad es hoy más lenta que hace décadas”, explica el ingeniero jefe David King. “La infraestructura urbana no ha seguido el ritmo de la tecnología. La solución es utilizar la tercera dimensión: la movilidad aérea”.
El Valo también quiere distinguirse por su facilidad de uso. Su piloto de pruebas, Simon Davies, afirma que es uno de los aparatos más sencillos que ha volado: controles intuitivos, un sistema de vuelo automatizado y una curva de aprendizaje que, según dice, se mide en minutos, no en horas, frente a los helicópteros tradicionales.
La compañía ya acumula alrededor de 1.500 pedidos anticipados procedentes de operadores de todo el mundo, entre ellos American Airlines. Con ello busca pasar de ser un desarrollador de prototipos a convertirse en un fabricante aeroespacial certificado, con planes para obtener la aprobación regulatoria en el Reino Unido y la Unión Europea en 2028.
Sin embargo, el entusiasmo por los eVTOL no es unánime. Algunos analistas mantienen el escepticismo sobre su potencial para convertirse en un producto de consumo masivo. Richard Aboulafia, de AeroDynamic Advisory, advierte que la rentabilidad continúa siendo el principal desafío: volar verticalmente sigue siendo caro, y el precio estimado de un eVTOL —entre 4 y 5 millones de dólares— dificultaría que su uso fuese comparable al de un servicio de taxi urbano.
Aunque Vertical Aerospace sostiene que un trayecto entre Canary Wharf y Heathrow podría tener un coste similar al de un Uber, Aboulafia considera que los números no cuadran. A su juicio, el sector vive un “exceso de entusiasmo” y anticipa una posible burbuja debido a la limitada financiación, la complejidad de los modelos de negocio y la enorme competencia.
Mientras tanto, Vertical Aerospace continúa construyendo los siete primeros modelos certificados del Valo en el Reino Unido. Su éxito dependerá no solo de la capacidad técnica de la aeronave, sino también de la respuesta de un mercado aún por definirse. Con promesas de velocidad, cero emisiones y una experiencia de vuelo silenciosa, los eVTOL podrían marcar un punto de inflexión en el transporte urbano… si logran convencer tanto a pasajeros como a inversores.