Audi RS3 Sedan, un ‘rara avis’ que se resiste a desaparecer: máxima deportividad en formato de berlina compacta de tres volúmenes
A prueba
La evolución del A3 en su versión más prestacional sigue conservando el motor de 5 cilindros en línea de Audi, con 400 CV y un rendimiento excepcional

El Audi RS3 Sedan tiene la etiqueta C de la DGT
Ficha técnica
Audi RS 3 Sedan 400 CV quattro S tronic
Motor: Gasolina, 5 cilindros en línea. Turbo
Cilindrada: 2.480 cc
Potencia máxima: 400 CV a 7.000 rpm
Cambio: Automático, 7 velocidades
Aceleración 0/100 km/h: 3,8 segundos
Velocidad máxima: 250 km/h
Consumo combinado: 9,1 l/100 km
Emisiones CO2: 208 g/km
Distintivo medioambiental: C
Largo/ancho/alto: 453/185/139 cm
Depósito: 55 litros
Peso: 1.640 kg
Garantía: 3 años o 100.000 km
Precio: Desde 85.860 euros
www.audi.es
En 2024 Audi acometió una considerable remodelación de su modelo A3 y, por consiguiente, de sus variantes deportivas S3 y RS3. La actualización de la cuarta generación del compacto alemán, una “modernización” sobre la presentada en 2020, incidió en numerosos aspectos del vehículo (cambios de diseño exterior e interior, mejoras en tecnología, equipamiento, componentes…) pero –por fortuna– no afectó demasiado al apartado mecánico. En concreto, el RS3, la versión que culmina la gama, sigue conservando su icónica mecánica, una de las señas de identidad de este admirado y reconocido hatchback deportivo.

Este prodigio de la mecánica de antaño no es otro que el bloque de 2.5 litros turboalimentado con su emblemática disposición de 5 cilindros en línea; una arquitectura que aporta un toque de originalidad y tradición a su deportividad vinculado al pasado en competición de la firma de los cuatro aros. Hoy en día, cuando la sostenibilidad está tan presente y las concesiones a la eficiencia se imponen sobre las prestaciones, es de agradecer poder disfrutar aún de soluciones de ingeniería sin electrificación para obtener sensaciones al volante puras y ya casi olvidadas.
Dotado de una sonoridad particular, agresiva y distintiva pero a la par distinguida y discreta en los modos de funcionamiento más “relajados” (Confort y Auto), este motor tiene entre sus características diferenciales una admirable elasticidad. Es un propulsor que se estira de forma sorprendente hasta casi las 7.000 vueltas desplegando una curva de potencia muy lineal y un empuje permanente a lo largo de todo su rango de uso. Con 400 CV de potencia y 500 Nm de par motor hace gala de un genio más que notorio y de una considerable fiereza, pero sin llegar a ser excesiva o difícil de gestionar.

Además, en nuestros trayectos de pruebas, en los que superamos los 330 kilómetros recorridos, mantuvimos con facilidad medias en torno a los 8,5 y 9 litros a los 100 circulando a velocidades siempre dentro de la legalidad en autovía y autopista. Por carreteras de interior, y con un nivel de exigencia mecánica algo más elevado, pero sin llegar a ser extremo, los registros subieron ligeramente hasta los 12. E incluso a ritmos altos sostenidos e insistentes, incluyendo también circulación en ciudad, el consumo se pudo mantener por debajo de los 14 litros, lo cual es del todo razonable considerando su rendimiento: de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos con una punta de 290 km/h.
Sorprende también que Audi aún mantenga en su oferta la carrocería Sedán, una opción quizás más “seria” y propia de los tiempos en los que las berlinas dominaban el mercado. Si bien es cierto que goza de algo más de capacidad de carga respecto al Sportback (unos 40 litros) y 15 cm más de longitud de carrocería, su arquitectura de tres volúmenes, con maletero con tapa en lugar de portón, lo hace algo menos ‘deseable’ visualmente y lo convierte en una alternativa enfocada (al menos en Europa) a un perfil de cliente más senior.
Carácter deportivo con componentes de primera
Este enfoque más ‘práctico y racional’ como berlina del segmento C, con su tamaño intermedio y su posicionamiento orientado a un público más mayor, no le resta, sin embargo, ni aptitudes dinámicas ni presencia deportiva.

La unidad ensayada, configurada con llantas de radios con estructura de copo de nieve de 19 pulgadas en color negro, el nuevo color exterior Azul Ascari, y sus espectaculares asientos RS bucket con estructura de carbono, entre otros elementos, proyecta una imagen exterior típicamente RS con un ambiente interior de fuerte inspiración racing. A ello contribuye el nuevo volante de secciones superior e inferior planas con los nuevos pulsadores rojos para activar el modo Performance y el programa RS Individual.
Como contrapunto, todos esos equipamientos deportivos premium junto con la nueva dotación tecnológica (pantallas renovadas, pulsadores táctiles en el volante, nuevas funciones de iluminación de las ópticas y los pilotos...), han elevado casi 5.000 euros su tarifa respecto al anterior RS3 Sedán, que ya contaba con un precio nada desdeñable, hasta situar su importe en unos ‘descorazonadores’ 85.000 euros.

Ahora bien, dejando a un lado el coste de su exclusividad debido a su posicionamiento y su rendimiento, por sensaciones de conducción, agilidad, y comportamiento, es una delicia disfrutar de una berlina dinámica de la eficacia del RS3 Sedán. Sus apoyos laterales, sus transferencias de masas, su direccionalidad, su frenada, su capacidad de tracción, su estabilidad… Todo en él está pensado para disfrutar al volante. Y para hacerlo con un nivel aplomo, seguridad y confianza simplemente brillante, en parte gracias a la solvencia contrastada de la tracción total quattro de Audi, incomparablemente útil y eficiente para trasladar la potencia al suelo sin perder nada de “grip”.