El frío ha vuelto a apoderarse del litoral y prelitoral catalán, dejando un amanecer marcado por un descenso de temperaturas y cielos parcialmente nublados. Tras el paso del último frente, las mínimas han bajado hasta seis grados en algunos puntos del interior, un cambio brusco respecto a los días anteriores que ha obligado a desempolvar abrigos y bufandas. Sin embargo, el alivio llegará pronto: a medida que avance la jornada, las nubes se irán disolviendo y el sol tomará protagonismo en gran parte del territorio.
A lo largo de la mañana, según el último parte del Meteocat, el cielo se presentará mayoritariamente despejado, aunque en el norte y algunas zonas del litoral aún persistirán las nubes. Los chubascos, escasos y débiles, podrían hacer acto de presencia en las primeras horas del día, pero no se espera que dejen acumulaciones significativas.
Será por la tarde cuando las nubes de evolución diurna comiencen a desarrollarse en el sector central del prelitoral y en otras áreas montañosas del interior oriental, aportando inestabilidad sin mayores consecuencias.
El viento mantendrá un perfil cambiante. Hasta el mediodía, la tramontana soplará con fuerza moderada e incluso rachas intensas en el Empordà, mientras el mestral se hará notar en el extremo sur, aunque con menos intensidad. Más allá de estas zonas, el viento será débil y variable durante las primeras horas del día, para luego adoptar componentes sur y este en la costa y prelitoral, y sur y oeste en el resto del interior.
En cuanto a las temperaturas máximas, se espera una subida que, aunque moderada, devolverá una sensación algo más agradable durante las horas centrales. No obstante, este respiro será breve.
El martes 25, un nuevo frente traerá precipitaciones a gran parte de Catalunya, y tras su paso, las temperaturas volverán a descender, reforzando la inestabilidad típica de finales de invierno.