Junio ha acabado con una abrumadora y asfixiante ola de calor que ha dejado funestos récords tras de sí. Más allá de temperaturas de más de 46 grados en El Granado (Huelva) o de temperaturas jamás vistas en 112 años en este mes en Barcelona —37,6º C en el Observatori Fabra— este ha sido el junio en el que más personas han fallecido en Catalunya por causas atribuidas al calor en la última década.
El Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto Carlos III de Madrid (ISCIII) ha indexado 43 personas fallecidas por estas causas solo en Catalunya. Entre ellas está Montse Aguilar, la trabajadora de la limpieza de Barcelona de 51 años que murió el pasado sábado por la noche en plena ola de calor.
Catalunya es, según las cifras, la cuarta comunidad de toda España en la que han muerto más personas por causas relacionadas por el calor. Por delante están Andalucía, con 48; Madrid, con 52; y Galicia, con 77.
Pese a las cifras estratosféricas de temperaturas que han dejado en los termómetros de todo el país valores inéditos en décadas, este ha sido el tercer junio con más fallecidos por causas atribuibles al calor. A falta de acabar de cerrar los datos entre las muertes diarias notificadas y las observadas, el junio de 2025 ha dejado 380 fallecidos por estos motivos, lejos de los 828 registrados en 2022 o los 1.000 de 2017.
El dato de 2017 se explica por la ola de calor que tuvo lugar entre el 13 y el 21 de junio. En esa ocasión, las dos primeras jornadas del episodio de temperaturas por encima de lo habitual se registraron 52 muertes por calor, la cifra más alta si se observan los dos primeros días de las cuatro olas de calor que han tenido lugar en junio en esta última década. En total, sin embargo, la más letal fue precisamente la de 2017, con 527 decesos en los nueve días que duró.
En esa ocasión, además, un grupo de investigadores del departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Instituto de Geociencias (UCM-CSIC) concluyó que la ola de calor de junio de 2017 se debió a dos factores: la entrada de aire de origen subtropical más potente en la historia de ese mes y el efecto del calentamiento global.
El segundo año con más muertos por calor fue 2022. En esa ocasión, la primera ola de calor llegó antes del inicio de verano, alrededor del 10 de junio. Los termómetros alcanzaron entonces los 40 grados, y fue el inicio de un mes que acabó convirtiéndose en uno de los episodios de altas temperaturas, los más largos y amplios, que dejó un exceso de muertes de más de 828. personas.
La ciencia ya advertía entonces que ese fenómeno era “un ejemplo del tipo de veranos que deberemos afrontar en las próximas décadas”. Ocho años después, las temperaturas baten récords en un sexto mes del año.