El delta del Llobregat perdió en solo 20 años el 91% de las poblaciones de aves protegidas

Biodiversidad

Depana y SEO/BirdLife amplían la denuncia a Bruselas en el expediente comunitario por la insuficiente protección del delta del Llobregat ante el declive ornitológico desde la ampliación del aeropuerto 

foto XAVIER CERVERA 01/03/2020 El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha acordado “exigir a Aena que cualquier proyecto de ampliación de la capacidad aeroportuaria se haga previo análisis de su impacto sobre el medio natural y la biodiversidad del entorno del delta del Llobregat y previo informe favorable de la Unión Europea”. La posición de Bruselas sobre la ocupación del espacio natural de La Ricarda se antoja fundamental para el futuro del aeropuerto ya que es un lugar protegido por la normativa europea recogida en la red Natura 2000.
Al mismo tiempo, se encargará a los servicios técnicos del Ayuntamiento la elaboración de un informe en el que se analicen las ventajas y los inconvenientes de las diferentes opciones que permitan a Barcelona especializarse en rutas de larga distancia. Es una manera velada de analizar una hipotética ampliación del aeropuerto, ya que para ello es imprescindible alargar la tercera pista unos 500 metros o modificar la operativa de las pistas, con el correspondiente incremento del ruido para los vecinos de Gavà y Castelldefels.
(imagen tomada desde un avion de vueling aterrizando en el aeropuerto Josep Tarradellas)

Terrenos del delta del Llobregat en una imagen desde el aire 

Xavier Cervera

El delta del Llobregat ha experimentado una pérdida del 80% del total de ejemplares de aves invernantes y una regresión del 91% de las poblaciones de especies protegidas entre 2003 y 2023. Por esta razón, las organizaciones SEO/BirdLife y Depana han hecho llegar a la Comisión Europea un informe en el que se amplía la denuncia por la regresión de las poblaciones de aves acuáticas en el Delta del Llobregat. 

El documento también busca demostrar “el incumplimiento generalizado de las medidas correctoras y compensatorias impuestas por la declaración de impacto ambiental” de 2002 derivadas de la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat. El envío de esta documentación se hace en el marco del procedimiento de infracción comunitario abierto contra España en 2013 por el deterioro y la insuficiente protección de este humedal de la costa barcelonesa.

Tras la carta de emplazamiento de hace tres años

El objetivo de estos informes es demostrar a la Comisión Europea que, a pesar de la carta de emplazamiento enviada a las autoridades españolas en 2021, persiste “la degradación del espacio”, por lo cual se reclama que continúe el procedimiento de infracción y se envíe el dictamen motivado, antesala de una posible sentencia contra España por desprocción del Delta.

SEO/BirdLife y Depana instan la Comisión Europea a tomar “medidas urgentes y contundentes” para forzar una adecuación real de la protección a las exigencias de las directivas de Aves y Hábitats, y garantizar la aplicación efectiva de medidas de gestión, la recuperación de hábitats y la restauración ecológica para revertir la grave regresión de la biodiversidad al Delta del Llobregat.

Los datos del declive

El Informe ornitológico de SEO/BirdLife (1991-2023), elaborado específicamente para la Comisión Europea, “presenta pruebas del declive de la biodiversidad ornitológica en el Delta del Llobregat”. Los datos obtenidos, extraídos de censos sistemáticos durante el período 1991-2023.

Entre 2003 y 2023, se ha producido una pérdida del 80% en las poblaciones de aves invernantes (ha pasado de promedios de unas 19.000 aves a valores por debajo de los 4.000 en los últimos años), mientras que el número de especies invernantes ha disminuido un 22% desde el año 2003.

Las especies protegidas bajo la Zona de Especial Protección para las Aves (Zepas) han sufrido una regresión del 91% en sus poblaciones invernantes entre 2003 y 2023; es decir desde la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat.

Se constatan descensos significativos en especies protegidas en la directiva de Aves, como el chorlito dorado, el charrán patinegro, el alcaraván común, el martín pescador y la gaviota cabecinegra.

Muchas especies que ya contaban con pocos ejemplares han desaparecido como invernantes en los últimos años, como el avetoro común, el porrón pardo, el martinete común y el combatiente, añade el informe.

El informe indica que la regresión se relaciona directamente “con la pérdida de funcionalidad ecológica de los hábitats, la pérdida de superficie útil de hábitat disponible, la fragmentación ecológica” y la presión que ejercen las infraestructuras entre las cuales destacan el aeropuerto, el puerto, áreas industriales y la urbanización, especialmente en zonas periféricas no incluidas inicialmente en la ZEPA.

Las poblaciones reproductoras de especies como el chorlitejo patinegro y la cigüeñuela común también han sufrido pérdidas. Para otras especies, como la gaviota de Audouin, los esfuerzos de gestión de hábitats para favorecer su reproducción no han tenido éxito debido a la degradación de estos hábitats.

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No se han cumplido los objetivos marcados

Adicionalmente, el documento sostiene que se ha producido un “fracaso absoluto de las medidas compensatorias” recogidas en el proyecto de ampliación del aeropuerto. 

En este punto indica que “no se ha cumplido ninguno” de los objetivos de recuperación de poblaciones de aves fijados en el anexo V de la declaración de impacto ambiental de 2002 para quince especies y dos grupos de aves acuáticas.

 En el caso de la población de anátidas, lejos de conseguir los 4.350 individuos que tenía marcados como objetivo, se ha perdido el 67% entre el año 2002 y el 2022. En cuanto a especies como la garza imperial o la cerceta pardilla, las medidas compensatorias tenían como objetivo recuperar poblaciones con decenas de parejas nidificantes y no se observó ningún individuo el 2021.

La polémica ampliación

Estas entidades señalan que la construcción de la terminal 1 de aeropuerto “no fue evaluada ambientalmente de forma independiente, lo que ha resultado en graves impactos imprevistos sobre la hidrología y la biodiversidad”.

 La construcción de la T1 y la ampliación del campo de vuelos “llevaron a la destrucción de más de 40 hectáreas de humedales y casi 50 hectáreas de pinares litorales sobre dunas, que son Hábitats de Interés Comunitario y Prioritario”. Como medida compensatoria, “solo se han creado unas 11 hectáreas de nuevas zonas húmedas, la funcionalidad ecológica de las cuales no tiene punto de comparación con la que presentaban las zonas destruidas”.

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Los documentos enviados a la Comisión Europea pretenden demostrar que, a pesar del reconocimiento legal de la importancia ecológica del Delta del Llobregat, “los intereses urbanísticos han prevalecido sobre los valores naturales en la designación de la nueva ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugar de Importancia Comunitaria)”.

 Un ejemplo significativo y expuesto a la Comisión Europea es el “Plan director urbanístico económico del Delta, actualmente en información pública, que deja clara la prevalencia de criterios urbanísticos en la hora de delimitar ciertas zonas de esta Red europea Natura 2000”.

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