El virus H5N1 avanza: por qué se ha ordenado confinar todas las granjas de aves de España
Gripe aviar
Ante las quejas, bulos y teorías conspirativas, expertos y veterinarios explican los fundamentos de la medida impuesta por el Gobierno por el avance del virus H5N1: confinar todas las granjas de aves de corral de España
Aves de corral, gallinas y gallos mestizos en una aldea de Palas de Rei (Lugo), el pasado 11 de noviembre.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha decretado el confinamiento de todas las aves de corral que se crían al aire libre en España. La medida busca frenar que el brote más virulento de gripe aviar -con 2,7 millones de gallinas ponedoras sacrificadas- se siga extendiendo. La decisión del Gobierno -que incluye la obligación de inscribir las gallinas de autoconsumo en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA)- ha provocado la queja de muchos productores, un malestar que ha derivado en tergiversaciones y bulos esparcidos por todas las redes sociales. Ante el avance de la desinformación, veterinarios y científicos explican los fundamentos epidemiológicos de encerrar a estos animales.
“Les hacen a las gallinas lo mismo que nos hicieron. Ningún fundamento científico apoya que las aves confinadas, sin sol, sin aire libre, sin pisar suelo vivo, apiñadas con estrés, vayan a estar más sanas y protegidas que en el exterior. El fin es dejarnos sin huevos, que sean muy caros, que los productores se arruinen, que el campo siga languideciendo”, escribió en X Fernando López Mirones, un director de documentales que ganó miles de seguidores durante la pandemia por negar la eficacia de las vacunas. El mensaje alcanzó las 25 mil visualizaciones.
El objetivo es únicamente proteger a las aves de corral de una enfermedad devastadora que puede matar a todos los animales de una granja en 24 horas
lLos huevos se han encarecido un 17,9 % anual. Además, es el alimento que más ha subido de precio desde enero, un 15,9 %
En otro posteo similar, la escritora Cristina Martín Jiménez, acérrima opositora de la Agenda 2030 y divulgadora de muchas afirmaciones de carácter conspiratorio, escribió: “España prohíbe criar aves al aire libre por la gripe aviar. La medida se presenta como sanitaria, pero sus consecuencias son económicas y humanas: menos gallinas, menos huevos, más precios, más control”. Más de 68 mil usuarios interactuaron con la publicación.
La viralización de los mensajes que, sin fundamentos, cuestionan la medida adoptada por el Ministerio de Agricultura ha sorprendido a muchos expertos y expertas en virología, entre ellas a Elisa Pérez Ramírez, doctora en veterinaria y una de las profesionales que más de cerca viene siguiendo el avance de la gripe aviar.
“Estoy muy sorprendida de las quejas por las medidas implementadas. El objetivo es únicamente proteger a las aves de corral de una enfermedad devastadora que puede matar a todos los animales de una granja en poco más de 24 horas. Estas mismas medidas ya se han tomado en años anteriores y nunca he visto estas críticas feroces”, lamenta sobre estos posteos.
Para Pérez, estas afirmaciones, enmarcadas en un clima general de “negacionismo y desconfianza”, contradicen décadas de investigación científica, vigilancia epidemiológica y evidencia directa del virus.
Pedagogía contra los bulos
Ante las quejas de muchos productores por el “censo fiscal” y el “control político” de sus gallinas, el veterinario español Juan Pascual, vicepresidente de AnimalhealthEurope, asociación que representa a los fabricantes de medicamentos y productos para la salud animal en Europa, explica “con calma y ciencia” los motivos de esta medida.
La primera aclaración es que la gripe aviar (H5N1) no nace en las granjas: circula en aves silvestres migratorias—patos, gansos, garzas— que viajan miles de kilómetros y pueden portar el virus sin enfermar. Durante su paso por humedales, ríos o campos, dejan el virus en el agua, el pasto o el suelo. “Y ahí está el problema: una simple gallina de corral que picotee en el lugar equivocado puede contagiarse”, advierte.
Las aves domésticas sueltas -agrega- son “el eslabón intermedio” entre la fauna silvestre y las granjas comerciales. Si se infectan, el virus puede entrar en una explotación cercana a través del calzado, vehículos o herramientas. Y eso cuesta millones en pérdidas: sacrificio animal, desinfección, cierre de fronteras, alza de los precios.
Por eso, explica este experto, las autoridades han tomado la decisión de confinar temporalmente las aves al aire libre. En un primer momento sólo en las en zonas de alto riesgo y desde este jueves en todo el país para evitar que el virus se siga expandiendo
No es burocracia absurda: es ciencia preventiva, un muro de contención frente a un virus que puede dañar a animales, economías y personas
Las granjas avícolas e enfrentan a un parón de su actividad de hasta ocho meses con las pérdidas económicas que ello conlleva. EFE/ eliseo trigo
“Pero para poder avisar, actuar y ayudar hay que saber dónde están esas aves. Y ahí entra el registro obligatorio: sin él, el sistema es ciego. No se puede proteger lo que no se conoce.
El registro, por tanto, no es un censo fiscal ni un control político. Es una herramienta sanitaria y una garantía de derecho: quien no esté registrado no podrá recibir compensación si pierde sus aves por un foco de gripe”, señala sobre la importancia de tener un registro actualizado de todas las aves de corral.
En este sentido, Pascual aclara que no se trata de un “invento nacional”. La Unión Europea lo exige a través del Reglamento (UE) 2016/429 y de la “Ley de Sanidad Animal”. Todos los Estados miembros deben saber dónde y cuántas aves de corral hay en sus territorios.
La prevención, al cabo, tiene lógica sanitaria, pero “también ecológica”. Evita que los virus circulen, muten o se adapten a nuevas especies, como ocurrió el año pasado en Estados Unidos, cuando el virus saltó de aves silvestres a vacas lecheras, “un hecho histórico”. El virus se adaptó a las glándulas mamarias y se propagó por leche y equipos de ordeño.
“El salto inicial vino de aves migratorias que contaminaron agua o forraje. Luego la expansión fue entre granjas por movimientos, vehículos y personal. Una prueba viva de que un fallo de bioseguridad puede cruzar especies enteras”, explica sobre este episodio.
Por lo tanto, remata este veterinario, confinar y registrar aves domésticas no es “burocracia absurda”. Todo lo contrario: es el “primer muro de contención” frente a virus que pueden dañar a animales, economías y personas. “Es ciencia preventiva, no control político”.