Una amplia proporción de los mamíferos marinos en las aguas españolas no consigue llegar a un estado ecológico ideal.
Chequeo al océano en España
Los abundantes elementos contaminantes como el mercurio en diversas zonas, situados tanto en el fondo oceánico como en el salmonete, dificultan el progreso de la estrategia europea marina.
Los delfines suelen responder al gesto de sonrisa de sus compañeros en el transcurso de sus juegos.
Gran parte de las variedades de mamíferos marinos en el territorio marítimo español no gozan de una salud ambiental adecuada, conforme a un reporte del Ministerio para la Transición Ecológico que examina de manera inédita el nivel de observancia de la directiva marco de estrategia marina, el instrumento desarrollado por la UE con el fin de asegurar la restauración biológica de los océanos.
Las conclusiones (integradas en el informe sobre el Perfil Ambiental de España 2024 que se publica hoy) indican que gran parte de las variedades de mamíferos marinos no logran un nivel ecológico óptimo (la condición ambiental favorable, de acuerdo con el lenguaje técnico) debido a dos motivos fundamentales: a causa del alto índice de muertes por pesca no intencionada o choques, y por los rumbos desfavorables observados en la cantidad de ciertos ejemplares.
La condición de la fauna oceánica se determina mediante una vasta relación de pautas que contempla, sumado a los ya referidos, elementos sobre rasgos poblacionales, localización y la calidad del entorno de la especie, entre bastantes más. Que tan solo uno de dichos factores no resulte satisfactorio implica una evaluación desfavorable en el cómputo general.
El estado del delfín común resulta inquietante en las demarcaciones atlánticas.
El informe subraya que la marsopa común atraviesa un estado límite en Galicia a causa de la pesca incidental, al tiempo que el escenario para el delfín común resulta alarmante en ambas zonas atlánticas (norte y hacia el sur/Huelva) dado el alto volumen de pescas no intencionadas.
Un saldo desfavorable idéntico exhiben los delfines mular y listado en la zona del Levante y Baleares, motivado por la trayectoria descendente de sus comunidades. Por el contrario, el resultado es alentador para ambos grupos en el área de la demarcación noratlántica.
No existe una valoración, debido a la carencia de información, sobre las diversas clases de delfines en la demarcación del Estrecho-mar de Alborán y de Canarias.
En lo referente a las especies de buceo profundo (calderón común, zifio de Cuvier…), la escasez de información obstaculiza una estimación en bastantes situaciones. No obstante, en las áreas donde existe un análisis definitivo acerca de su cantidad, “el resultado ha sido negativo”.
Advertencia ante los choques que sufren especies como el cachalote
Sin embargo, “cabe destacar la importancia de las colisiones en especies como el cachalote”, motivo por el cual se ha estimado que la demarcación de Canarias no presenta una condición ambiental adecuada”.
Del mismo modo, el estudio acerca de las ballenas rorcual también se ha visto condicionado por la falta de datos, si bien se han notado caídas poblacionales en las demarcaciones atlánticas.
Este estudio sobre las aguas oceánicas analiza la densidad de sustancias químicas en el entorno marítimo para comprobar si se mantienen en rangos que no generen impactos de relevancia en el ecosistema. De igual modo, se evalúan los agentes contaminantes persistentes, bioacumulables y tóxicos, junto a otros elementos (pesticidas, metales pesados..).
Presencia excesiva de mercurio en el Estrecho/mar de Alborán, al igual que en las zonas noratlántica y levantino-balear.
Las conclusiones señalan concentraciones bastante elevadas de mercurio, las cuales influyen y definen la situación general de los entornos oceánicos (si bien la evolución global se mantiene constante con avances específicos).
Dentro del área del Estrecho/mar Alborán, “no se alcanza el buen estado ambiental para el mercurio en sedimentos y salmonete” y se afirma lo propio para “varios hidrocarburos aromáticos policíclicos en sedimentos”. Por consiguiente, el porcentaje de logro de un buen estado ambiental se sitúa en el 68%
Dentro de la región Noratlántica, se sobrepasan los límites establecidos en “puntos críticos en Santander y Suances” respecto al mercurio y los PCB 118.
En la región levantino-balear “se superan los valores umbral de PCB 118” en los fondos sedimentarios y seres biológicos, además de mercurio en el sustrato y el salmonete.
Asimismo, en la zona subtalámica (Huelva), la existencia de mercurio “supera los valores umbral en todas las matrices, con “PCB 188 en biota” (organismos vivos).
La zona marítima de Canarias manifiesta la condición más favorable, con un porcentaje de logro del 95% respecto a la salud del ecosistema,
La presencia de mercurio en el pescado de la zona levantino-balear pone en riesgo el acatamiento de la directiva.
Este estudio asimismo examina las impurezas presentes en el pescado mediante la valoración de los niveles de aquellos componentes más nocivos que representan un peligro para el bienestar de las personas (metales pesados, compuestos orgánicos persistentes…).
Asimismo, una vez más, en el sector levantino-balear, “el mercurio destaca como el principal contaminante que compromete el cumplimiento de buen estado ambiental mientras que para otros compuestos [bifenilos policlorados, benzo(a)pireno] los resultados son mas favorables, aunque limitados por la escasez de datos”.
En resumen: “El 85% de los contaminantes evaluados se encuentran en buen estado, pero el BEA [buen estado ambiental] no se cumple para una parte significativa de las especies debido al mercurio”
Exceso de residuos y materiales plásticos en las zonas mediterráneas.
Por otro lado, el análisis sobre la existencia de desperdicios y plásticos revela diversas carencias.
De esta forma, en las regiones mediterráneas, “se concluye que no se alcanza el buen estado ambiental” al utilizar el límite de referencia planteado por el Convenio de Barcelona respecto a los macrodesechos en el fondo (38 ítems por km²).
Respecto a las microbasuras/microplastiicos, en este momento no se cuenta con un límite oficial para los entornos playeros y las trayectorias registradas resultan muy inestables con oscilaciones de peso, de forma que no se distingue una pauta concreta.
Respecto a los microdesechos en la capa superficial del agua, la información es muy dispar y se carece de secuencias temporales sólidas. No obstante, en las demarcaciones del Mediterráneo, “no se alcanza el buen estado ambiental” teniendo en cuenta que las cifras medidas —0,37 y 0,05 ítems/m² respectivamente— sobrepasan el límite de referencia fijado por el Convenio de Barcelona (0,000845 ítems/m²).
Elevada tasa de consumo de microplásticos en sardina, mejillón, salmonete y tortugas
De igual forma, se estudiaron diversos ejemplares oceánicos para medir la ingesta de microplásticos. Los hallazgos señalan que en la región levanti-balear, “especies como la sardina, el mejillón, el salmonete y la tortuga común mostraron altos niveles de contaminación, aunque sin tendencias claras por la limitada duración de los estudios”. En otros puntos como la noratlántica, sudatlántica y canaria, los registros son insuficientes o están por procesarse, si bien en Canarias se localizó la frecuencia más alta, concretamente en tortugas y aves marinas.
En Canarias, se ha constatado que entre el 34 y el 47 % de las tortugas (particularmente de Caretta caretta) asistidas por centros de recuperación muestran signos de enmalle.
“La conservación y la gestión sostenible del litoral y del medio marino resultan imprescindibles para preservar el equilibrio ecológico, la calidad de las aguas y la disponibilidad de los recursos naturales renovables. La degradación de estos entornos puede tener consecuencias irreversibles sobre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que sustentan nuestro bienestar”, indica la vicepresidenta tercera y responsable del Ministerio para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, durante el acto de exposición del informe. “Por ello, las políticas públicas impulsadas en este ámbito buscan reforzar la protección del medio marino, promover la restauración de hábitats degradados y garantizar un aprovechamiento responsable y sostenible de sus recursos”.
La alga asiática invasora
Por otra parte, la investigación se enfoca en examinar la repercusión de las recientes especies foráneas. Asimismo, subraya las consecuencias perjudiciales que provoca el alga asiática ‘Rugulopteryx okamurae’ en los entornos naturales de España. “Se está expandiendo rápidamente por el Mediterráneo, y también se ha constatado su presencia en el Atlántico y más recientemente en Canarias”, según se señala.
Este organismo perjudica a la vegetación y a los animales autóctonos, disputando el espacio con grupos de algas locales, los lechos coralinos y extensiones de fanerógamas tales como la Posidonia oceánica. Asimismo, provoca notables perjuicios financieros en los sectores pesquero y acuícola, en las zonas portuarias y repercusiones de gran calado en la actividad turística. El Ministerio elaboró durante 2022 la Estrategia de control del alga en España.
Perjuicios ocasionados por la pesca de arrastre en el lecho marino
Un parámetro adicional analiza la magnitud de los daños materiales (o transformaciones definitivas) del lecho oceánico, ya que se monitorean las instalaciones de los puertos, las construcciones de protección del litoral o los arrecifes artificiales que conllevan el sellado del suelo marino.
En este contexto, se enfatiza la gran alteración percibida en los ecosistemas sedimentarios (fangos, arenas, lodos..) Y en cualquier cota de profundidad por la influencia de la pesca de arrastre.
No obstante, “aunque muchos de estos hábitats aún no han alcanzado el buen estado ambiental, en la mayoría de los casos las tendencias son estables o incluso positivas”.