Álvaro Luzón, divulgador especializado en Inteligencia Artificial, no lo dice para asustar, sino más bien para que los profesionales tengan tiempo de reacción. En sus vídeos y conferencias —que ya han alcanzado miles de visualizaciones en redes como Instagram— insiste en que “no es la IA la que te va a quitar el trabajo, es alguien que la sepa usar mejor que tú”. Y ahí, señala, está la clave del futuro profesional de millones de personas.
Desde esta cuenta hace alusión a las palabras de Jason Juan, CEO de NVIDIA: la IA podrá hacer entre el 20% y el 50% de muchas tareas humanas mejor y más rápido. Pero hay un margen —ese otro 50%— donde las capacidades humanas siguen siendo imprescindibles. Quien aprenda a colaborar con la inteligencia artificial en lugar de competir contra ella tendrá una ventaja considerable.
El momento de volver a empezar
Inteligencia Artificial
Según datos de Amazon Web Services (AWS), la automatización inteligente ya está presente en tareas repetitivas como la cumplimentación de formularios o la atención al cliente. Combinando tecnologías como el machine learning, el procesamiento de lenguaje natural o el reconocimiento óptico de caracteres, la IA puede no sólo imitar tareas humanas, sino mejorarlas con el tiempo. Esto permite a las empresas ahorrar costes, reducir errores y ganar en eficiencia.
Luzón, sin embargo, matiza: “El riesgo real no es que desaparezcan empleos enteros de golpe, sino que haya profesionales que no sepan adaptarse a los cambios”. Por eso insiste en que el verdadero antídoto no está en huir de la IA, sino en integrarla. “Como cuando apareció Windows y todo el mundo aprendió a usarlo para no quedarse atrás”, compara.
Los trucos para no quedarse fuera del mercado
La inteligencia artificial con sentimientos es un debate peliagudo
Lo primero, aconseja Álvaro, es aprender a usar la IA no sólo desde lo técnico, sino desde lo estratégico. Es decir, entender cómo puede mejorar un proceso de trabajo, resolver un problema o ahorrar tiempo. No se trata de dominar cientos de herramientas, sino de saber por qué y para qué se usan.
Por otro lado, recomienda trabajar la marca personal. Luzón insiste: “Da igual lo bueno que seas si nadie lo sabe”. Tener presencia digital, contar historias que conecten y ofrecer soluciones claras es ahora casi tan importante como el propio producto o servicio.
La inteligencia artificial puede ser amenaza o aliada, según el enfoque que se adopte. Como dice el propio Luzón: “La mejor forma de predecir el futuro es crearlo”.


