La inteligencia artificial ha abierto un nuevo capítulo en la lucha contra el cibercrimen, y no siempre con buenas noticias. Muchas herramientas ya se utilizan en la ciberdelincuencia, lo que ha hecho saltar las alarmas entre los expertos.
“Creo que no nos estamos desarrollando emocionalmente al mismo nivel que el crimen”, explica la especialista, que subraya la importancia de mirar más allá de la tecnología y poner el foco también en las personas.
Según Orejón, la sofisticación de las amenazas no se combate solo con firewalls, antivirus o sistemas de inteligencia artificial defensiva, sino también con factores humanos como la capacidad de gestionar imprevistos y responder con calma ante un ataque.
Creo que no nos estamos desarrollando emocionalmente al mismo nivel que el crimen
En una conversación reciente en el Podcast con Jhon, Orejón definió la situación como una posible “apocalipsis digital”. No se refiere a un colapso inmediato de la red, sino a un escenario en el que la sociedad no está preparada emocional ni psicológicamente para enfrentarse a lo que ya está ocurriendo.
La especialista sostiene que el gran antídoto frente a este panorama pasa por el autoconocimiento y por reforzar los vínculos de confianza. “Un súper buen antídoto para lo que se nos viene es tener mucho autoconocimiento y nuestras pequeñas tribus”, apunta.
Frente a la frialdad de los algoritmos, la humanidad debe responder con comunidad. En sus palabras, cuando nos enfrentemos a “situaciones que no son controladas, tiremos de humanos, porque es lo único que nos queda”.
Un súper buen antídoto para lo que se nos viene es tener mucho autoconocimiento
El auge de la ciberdelincuencia, con criminales que integran inteligencia artificial en sus métodos, obliga a repensar la forma en la que nos protegemos. Y aunque la innovación tecnológica es indispensable, Orejón recuerda que no será suficiente si la sociedad no avanza en paralelo en competencias emocionales, capacidad crítica y resiliencia personal.