Cuesta creer lo mucho que han evolucionado los videojuegos en los últimos cuarenta años. Puede parecer una obviedad, pero es un pensamiento que he tenido de forma recurrente mientras jugaba a Ghost of Yotei, la nueva superproducción del estudio Sucker Punch Productions ambientada en el Japón feudal y la gran apuesta de PlayStation para la recta final de este 2025.
Aunque todavía me queda para llegar a ver sus créditos finales, durante 25 horas he recorrido una recreación alucinante de la isla Ezo —la actual Hokkaido— acompañando a la guerrera Atsu en su peregrinaje de venganza, y no han sido pocas las veces en que he recordado la primera vez que vi un castillo japonés a través de la pantalla de un videojuego. El título en cuestión se llamaba The Ninja y, aunque yo no lo jugué hasta principios de los 90, se había publicado originalmente en 1985. Desarrollado por SEGA, aquel cartucho hacía lo que buenamente podía con la tecnología de esa época. Su mayor despliegue visual correspondía, precisamente, con su pantalla de presentación, en la que podía verse un castillo japonés en unos majestuosos 8 bits.
Cuarenta años después, ese castillo japonés que de pequeño veía en la lejanía es hoy en día un edificio en tres dimensiones ultrarealista y totalmente explorable. Mientras me cuelo a través de una de esas ventanas es inevitable recordar lo mucho que ha avanzado el décimo arte.

Captura del videojuego 'Ghost of Yotei'
Jugando a 'Ghost of Yotei' es inevitable pensar en lo mucho que ha avanzado el videojuego en los últimos cuarenta años
Ghost of Yotei sale a la venta el próximo 2 de octubre en exclusiva para PlayStation 5 y es la nueva entrega de la saga que se inició en 2020 con el lanzamiento de Ghost of Tsushima. No es una continuación directa porque su historia transcurre tres siglos después de este último, pero sí mantiene los bellos paisajes del Japón feudal como escenario. Si el anterior título se ambientaba durante la invasión mongol de la isla japonesa de Tsushima a finales del siglo XIII, esta nueva iteración traslada sus hechos a la mencionada Ezo, la gran isla al norte del país nipón hoy en día conocida como Hokkaido y hogar del pueblo ainu.
Por el hecho de transcurrir en un escenario de mayores dimensiones, el juego ofrece entornos mucho más variados, pero también ayuda que su historia no esté tan ligada a un conflicto real. Esta es una historia de venganza, la de su protagonista Atsu, quien vio como un grupo criminal –los llamados Seis de Yotei– asesinaba a su familia. De buenas a primeras, este punto de partida me pareció poco original y muy manido, pero lo cierto es que me ha sorprendido la forma como Ghost of Yotei sostiene la rabia y la sed de venganza que guían los pasos de su protagonista.

Captura del videojuego 'Ghost of Yotei'
La historia de 'Ghost of Yotei' sostiene la rabia y la sed de venganza que guían los pasos de su protagonista
La misión de Atsu, la búsqueda de los seis asesinos de su familia, está presente en todo momento desde el mapa del juego, pero lo cierto es que el título invita a ir más allá de la misión principal, y esa es, justamente, una de sus grandes virtudes. En otros títulos de mundo abierto es habitual que haya cierta desconexión entre las actividades secundarias y el objetivo final, pero Ghost of Yotei consigue que todo el viaje de su protagonista se integre dentro de la historia que el juego trata de contar.
Cuando la protagonista va en busca de senseis que le enseñen a utilizar diferentes armas, cuando libera poblaciones ocupadas, cuando descubre guaridas de lobos, cuando se topa con narradores que le recitan viejas leyendas, cuando localiza aguas termales en las que descansar o, simplemente, cuando descubre un bonito paisaje que dibujar, el juego sabe conectar bien esa actividad con la historia principal. En este sentido, la obra de Sucker Punch Productions no inventa nada que no se haya visto antes, pero sí sabe hacer que sus actividades secundarias sean algo más que mero relleno.

Captura del videojuego 'Ghost of Yotei'
Los guiños al cine de samuráis van más allá de unos filtros de imagen, el juego conecta perfectamente con el concepto del 'rōnin'
Cinematográfico hasta la médula, Ghost of Yotei es un claro homenaje al cine de samuráis de todas las épocas. De Ghost of Tsushima hereda el blanco y negro desgastado de su famoso modo Kurosawa, pero para la ocasión añade nuevos filtros basados en cineastas como Takashi Miike y Shinichirō Watanabe, opciones que alteran la imagen y el sonido para hacer delicias de los jugones más cinéfilos.
Sin embargo, este tributo al cine de samuráis va más allá de una curiosidad en el menú de opciones, la propia historia del juego es un festival de referencias al cine de samurias y mercenarios herrantes. Por ejemplo, cómo olvidar ese momento en el que Atsu, como si fuera ese rōnin interpretado por el actor Toshiro Mifune en Yojimbo, lanza una rama al aire para decidir su siguiente destino. Este guiño cinematográfico va más allá del referente estético: conecta con esa idea del dejarse llevar, del vagar por el mundo sin un objetivo concreto, pero con destino claro. Al fin y al cabo, Atsu es mucho más que una mercenaria, es la fantasma de Yotei que en cada pueblo que visita arranca el cartel de se busca con su silueta dibujada.

Captura del videojuego 'Ghost of Yotei'
'Ghost of Yotei' no inventa nada, pero cuenta con una progresión muy bien pensada
Cada desvío en el camino es una nueva oportunidad para explorar los evocadores escenarios del juego, pero también es una forma hacer progresar a la protagonista en su dominio del combate y las armas. De nuevo, Ghost of Yotei no inventa nada que no se hubiese hecho antes ni en su predecesor, ni en el género de los mundos abiertos, pero sí cuenta con un diseño de progresión de personaje muy bien pensado. Al principio de la aventura sorprende la poca variedad de opciones que ofrece el combate, sin embargo, gracias a esta progresión tan bien calculada, a medida que se avanza en la historia el jugador puede sentir la evolución de Atsu de una forma muy directa.
Avanzada la trama, el juego despliega un sistema de combate con un considerable número de técnicas que, sin llegar a los niveles de complejidad de un hack and slash, sí sabe poner sobre la mesa enfrentamientos muy efectistas y emocionantes. Ahora bien, donde más fallan sus mecánicas es en todo lo relativo al sigilo, un área del juego que sí se percibe muy anticuada y ridiculamente fácil. No ayuda tampoco que la IA de los enemigos –al menos en el modo de dificultad que viene por defecto– sea una broma.

Captura del videojuego 'Ghost of Yotei'
'Ghost of Yotei' supera a su predecesor a la hora de crear un magnífico patio de recreo virtual ambientado en el Japón feudal
Gracias a su apuesta por poner en pantalla algunos de los escenarios más evocadores jamás vistos en un videojuego, a una estructura que sin inventar la rueda sabe conectar de forma efectiva con la idea del vagar del rōnin y, finalmente, a una progresión muy bien medida, Ghost of Yotei consigue superar a su predecesor en ese objetivo de crear un magnífico patio de recreo virtual ambientado en el Japón feudal.
La nueva superproducción de Sucker Punch Productions está conectando conmigo de una manera que no esperaba: estoy disfrutando mientras experimento de forma reposada todo aquello que me está ofreciendo el juego. Todavía me quedan por delante algunas horas antes de derrotar a los Seis de Yotei, y seguramente durante este tiempo me seguiré sorprendiendo de lo mucho que han avanzado los videojuegos en los últimos cuarenta años.