Del campo a la ciudad. Leyendas Pokémon: Z-A, el nuevo videojuego de esta popular franquicia que hoy sale a la venta para Nintendo Switch y Nintendo Switch 2, empieza con su protagonista en un tren con destino a la gran metrópolis. Atrás quedan los paisajes naturales que desde hace casi treinta años han sido el escenario principal de la saga. En el horizonte asoma Luminalia, la urbe parcialmente inspirada en París en la que se ambienta esta nueva aventura.
El cambio de localización es una de las novedades principales del último Pokémon, pero no la más importante. Por encima de todo, el juego destaca por introducir un sistema de combates más dinámico, un giro a la fórmula tradicional por turnos que sorprende en positivo, pero que no es suficiente para que esta nueva entrega se quite de encima ese sambenito que desde hace tiempo persigue a la saga, y que no es otro que el de ser títulos que podrían haber dado mucho más de sí.
Dos cambios destacados
Las principales novedades son la ciudad que sirve como escenario y un nuevo sistema de combates mucho más dinámico
Lo último de Game Freak no se considera una entrega principal de la franquicia, como vendría a ser Pokémon Escarlata/Púrpura, sino una nueva iteración dentro de la subserie Leyendas, que son títulos que se permiten ser más experimentales. Esta vertiente más atrevida de Pokémon se estrenó a principios de 2022 con Leyendas Pokémon: Arceus y lo cierto es que —a pesar de su pobre desempeño visual— su experiencia de juego más abierta y aventurera nos encandiló.
Leyendas Pokémon: Z-A también se atreve a probar cosas en otros frentes. Otra novedad relevante son los llamados “Juegos Z-A”, una suerte de liga en la que el jugador debe combatir contra otros entrenadores para ascender de rango de la Z a la A. El resultado es una competición que se lleva a cabo a lo largo de la ciudad y a través de la cual se articula la propia trama del juego.
Imagen del videojuego 'Leyendas Pokémon: Z-A'
Innovador en unas cosas, obsoleto en otras
'Leyendas Pokémon: Z-A' se siento un juego desfasado en la narrativa y el diseño visual
A pesar de que Luminalia es una ciudad gris, desangelada y aburridamente cuadriculada, la dinámica general del juego es adictiva —en el buen sentido de la palabra— y lo cierto es que es fácil dejarse llevar por ese bucle en el que se combinan, con acierto, el ágil sistema de captura de Leyendas Pokémon: Arceus y unos combates en los que el movimiento y el posicionamiento pasan a ser fundamentales. También aportan frescura las llamadas megaevoluciones descontroladas, que son Pokémon que han evolucionado sin un entrenador que los controle y a los que hay que frente en combates muy desafiantes.
Que todas estas novedades no brillen con la intensidad que deberían se debe a otros aspectos en los que Leyendas Pokémon: Z-A se siento un juego desfasado. La narrativa es uno de sus principales problemas. Entre que los personajes son inexpresivos y carecen de animaciones, que cada una de sus acciones está entrecortada en elipsis constantes e innecesarias, y que el juego no dispone de doblaje, es fácil que alguien que no sea fan de la saga pierda el interés por lo que el juego trata de contar —una historia que, por otro lado, es irrelevante y, peor todavía, está marcada por un un sentido de la competitividad cuestionable para tratarse de un juego que va dirigido en gran parte al público infantil—. De hecho, parece que el título no tenga voluntad de llegar a nuevos jugados, ya que sus tutoriales no ofrecen explicaciones suficientes sobre el funcionamiento de las mecánicas para personas no habituadas.
Imagen del videojuego 'Leyendas Pokémon: Z-A'
Es paradójico cómo una de las franquicias que genera más dinero no es capaz de ofrecer videojuegos que estén a la altura
Con su salto de lo salvaje a lo urbano, Leyendas Pokémon: Z-A aporta novedades interesantes a una base jugable ya de por sí sólida. Sin embargo —y esto no sorprende a estas alturas—, es una lástima cómo en muchas otras facetas, como la mencionada narrativa o su diseño visual, sea un juego completamente obsoleto. Volvemos, pues, a la falta de ambición que mencionábamos al inicio de este artículo, al hecho de que a pesar de ser una de las franquicias que más dinero genera, sus juegos nunca terminen de estar a la altura del fenómeno. Y, aun así, son capaces de vender decenas de millones de cada nueva entrega. Esa es la paradoja.

