Sergio Hidalgo, ingeniero aeroespacial, ha compartido su experiencia realizando los entrenamientos de pilotos del Ejército del Aire de España, una práctica diseñada para simular situaciones de hipoxia, condición que se produce por falta de oxígeno en el organismo. “Hace poco he hecho los entrenamientos de pilotos del Ejército de Aire de aquí de España. Lo que hicieron fue nos metieron en una sala en la que quitaron mucho oxígeno. Bueno, quitaron la presión, como si hicieran que un avión subiera muy alto. Lo mismo. Y nos estaban suministrando oxígeno con una máscara”, explica Hidalgo en una entrevista en el podcast 'Con P de Podcast'.
Entrenamientos de pilotos del Ejército del Aire de España
Pruebas para evaluar la concentración y la toma de decisiones con poco oxígeno
Durante la prueba, los participantes experimentan cómo la falta de presión y oxígeno afecta sus capacidades cognitivas. “En un cierto momento nos empezaban a suministrar el oxígeno de la sala, o sea el aire de la sala y sin tú darte cuenta de nada, tú piensas, tú todo normal, respiras normal, y de repente, en cosa de cinco segundos te empiezas a sentir retrasado. No, no, no soy capaz de enfocar. ¿Qué pasa? Muchísimo calor en la cabeza...”, explica. Según Hidalgo, la sensación puede desarrollarse en apenas dos minutos de exposición a la hipoxia, momento en el que los reflejos y la percepción se ven seriamente afectados.
Para evaluar su rendimiento bajo estas condiciones, los participantes realizan pruebas cognitivas. “Para experimentarlo mejor nos dieron un test que era como sumas, o sea tres más dos, más siete, menos cinco, tal. Entonces tú empiezas a hacer, todo bien, todo mal, todo correcto, tal. Y de repente nos dijeron, 'mirad al frente, ¿vale? Ahora mirad abajo', Y cuando yo volví para abajo dije, dios, no puedo, no, no podía enfocar. No, no, mi vista no era capaz de enfocar el papel, ¿sabes?”, describe Hidalgo con mucho realismo.
La prueba evidencia la dificultad de percibir la gravedad de la hipoxia por uno mismo. “Y entonces me acuerdo que ahí dije, estoy en hipoxia seguro. Y a la chica de al lado le estaban diciendo por radio, ponte el oxígeno al cien por cien y la tía seguía. No se estaba dando cuenta de que estaba fuerísima la tía, o sea, seguía haciendo el examen”, relata el ingeniero.
Incluso con indicaciones externas, algunos participantes no perciben la necesidad de intervención inmediata. “Vete a saber qué tonterías estaba poniendo. Y le estaban diciendo, 'ponte el oxígeno, ponte el oxígeno, ponte el oxígeno', Y la tía no se daba cuenta y al final hay una persona dentro con nosotros que tuvo que ir y ponérselo si no se quedaba ahí”, añade Hidalgo.
Este entrenamiento, aunque extremo, demuestra cómo el cuerpo y la mente reaccionan ante la falta de oxígeno y la importancia de la monitorización en situaciones críticas de aviación. Según Hidalgo, la experiencia es un aprendizaje directo sobre los riesgos que enfrentan los pilotos en altura y cómo la hipoxia puede afectar la concentración y la toma de decisiones.

