Todos los componentes esenciales para el origen de la vida se encuentran en un asteroide: “Este era el único ingrediente que faltaba”
Espacio
La misión OSIRIS-REx identificó ribosa en el asteroide Bennu, lo que fortalece la hipótesis de que los asteroides pudieron haber aportado los elementos esenciales para el surgimiento de la vida en nuestro planeta.
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El 24 de septiembre de 2023, la Tierra recibió 121 gramos de material procedente del asteroide Bennu. El análisis de esta muestra demuestra que el cuerpo celeste contiene los elementos esenciales para la vida.
El asteroide Bennu, un cuerpo celeste que ha surcado el cosmos por eones, fue objeto de estudio en 2023 cuando la misión OSIRIS-REx de la NASA trajo a nuestro planeta una diminuta porción de él con el fin de profundizar su conocimiento. Estas muestras resultaron ser de incalculable valor, ya que su recolección se efectuó sin contaminación alguna del entorno terrestre, posibilitando su examen en su estado espacial original y la revelación de enigmas insospechados.
Durante mucho tiempo, los investigadores descubrieron en meteoritos diversos componentes fundamentales para la vida, tales como aminoácidos, compuestos orgánicos y elementos constitutivos del ADN y ARN. Sin embargo, un componente crucial estaba ausente: un azúcar específico, la ribosa, indispensable para la síntesis del ARN, una molécula que se cree que precedió al ADN y que pudo haber sido el catalizador inicial para el origen de la vida en nuestro planeta. La ribosa no había sido identificada de forma concluyente en cuerpos celestes debido a la posibilidad de contaminación en las muestras terrestres, pero esta situación ha sido modificada recientemente.
Investigadores liderados por Yoshihiro Furukawa en la Universidad de Tohoku, Japón, examinaron las muestras de Bennu utilizando equipos de alta precisión diseñados para aislar y examinar moléculas minúsculas. Durante su análisis, detectaron ribosa y otros azúcares afines. Crucialmente, dado que las muestras llegaron selladas desde el espacio, se confirmó sin lugar a dudas la presencia de estos azúcares en Bennu.
“Este hallazgo en la muestra de Bennu garantiza que estos resultados eran ciertos”, detalló Furukawa en New Scientist. Para una gran cantidad de científicos, este era el componente ausente. Sara Russell, quien investiga en el Natural History Museum de Londres, lo sintetizó de la siguiente manera: “El único ingrediente que faltaba era el azúcar, que ahora se ha descubierto, por lo que ahora se sabe que todos los ingredientes del ARN están presentes en los asteroides primitivos”.
Pero, ¿cuál es su relevancia? Fundamentalmente, porque sustenta la noción de que los asteroides podrían haber suministrado a la Tierra algunos de los elementos que posibilitaron la existencia de la vida. Si Bennu contenía ribosa, aminoácidos y bases del ARN, entonces es factible que otros cuerpos rocosos del sistema solar también los albergasen. Y que, al impactar contra planetas en sus etapas iniciales, contribuyeran con estas moléculas vitales.
Este hallazgo también asiste a los investigadores que estudian el origen de la vida en la Tierra. Refuerza la hipótesis del “mundo de ARN”, la cual postula que, previo al ADN, las formas de vida primigenias podrían haber dependido de moléculas de ARN con capacidad de autorreplicación.
Actualmente, los científicos están contemplando próximas expediciones para recolectar material de otros cuerpos celestes, tales como cometas o satélites gélidos. La presencia de elementos análogos en esos lugares sugeriría que los precursores de la vida no son una rareza, sino que el cosmos los genera de manera espontánea.