¿Se puede conseguir cualquier cosa con dinero? ¿Es cierto que todo el mundo tiene un precio? A juzgar por la reciente operación fallida de Mark Zuckerberg, la respuesta es no. El último órdago del CEO de Meta ha fracasado por completo.
Y es que, en el proyecto de atraer al mejor talento del mundo para su Laboratorio de Superinteligencia, Zuckerberg lanzó una suculenta oferta al equipo de la startup Thinking Machines Lab con el objetivo incorporarlos a su plantel de genios, y de paso dejar a un importante competidor con una mano delante y otra detrás. Pero pasó por alto un detalle muy relevante: al frente de ese equipo está la todopoderosa Mira Murati.
La creadora de ChatGPT y antigua responsable técnica de OpenAI montó una empresa de investigación en inteligencia artificial con el objetivo de mejorar los sistemas, hacerlos más utilizables y ampliar sus capacidades. Y esto es precisamente lo que quiere Zuckerberg para su factoría de genios.
Según Wired, más de una docena de personas de la startup Murati, que tiene unos 50 empleados, recibieron ofertas de la gigante tecnológica. Las ofertas oscilan entre los 200 y los 1.000 millones de dólares a cobrar en varios años. “Hasta el momento, ni un solo miembro del equipo ha aceptado la oferta”, confirma Murati a Wired.

Mark Zuckerberg aspira a robarle los empleados a Mira Murati.
Por otro lado, desde el departamento de comunicación de Meta se desmarcan: “Solo hemos hecho ofertas a un pequeño grupo de trabajadores de TML. Y sí, había una oferta cuantiosa, pero en ningún caso hemos dado detalles”, explica el director de comunicación, Andy Stone. “Al fin y al cabo, ya se ve por qué lado se está contando la historia”.