Julie Sweet, CEO millonaria: “La habilidad más importante que debes tener es la agilidad de aprendizaje, a nuestros empleados les preguntamos '¿qué has aprendido en los últimos seis meses?'”
Accenture
La ejecutiva que lidera a más de 730.000 empleados en 120 países insiste en que la inteligencia artificial no basta por sí sola: sin rediseñar procesos, cultura y talento, las empresas corren el riesgo de invertir miles de millones en promesas vacías
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Julie Sweet, CEO de Accenture.
Para Julie Sweet, CEO de Accenture, la inteligencia artificial es una herramienta poderosa, pero no un fin en sí misma. “La IA es solo una tecnología. El valor viene de la reinvención de cómo trabajamos”, afirmó recientemente en una entrevista recogida por Infobae.
En un momento en el que casi todas las grandes corporaciones experimentan con modelos generativos, Sweet advierte que el entusiasmo corre el riesgo de volverse frustración: “Los directores ejecutivos están más que obsesionados con la IA, pero cada vez más frustrados porque el software no logra aumentar los ingresos”, señaló en una entrevista con Axios. Según sus cifras, el 95% de los pilotos de IA fracasan cuando se aplican sobre procesos mal diseñados.
Su visión es contundente: la tecnología no sirve de nada si se coloca sobre cimientos débiles. “No vas a sacar el máximo provecho de la IA si la utilizas para automatizar procesos deficientes. Esto no consiste en aplicar la IA sobre lo que haces hoy, sino en transformar el modelo de trabajo desde la raíz”, advierte. “Si no estás cambiando de manera significativa la forma en que operas, entonces no te estás reinventando y no vas a capturar el valor”
Julie Sweet, CEO de Accenture.
Su enfoque también toca la cultura corporativa. Para ella, el rewiring —ese “cableado interno” que exige la era de la IA— pasa por la formación continua y la agilidad de aprendizaje. “La habilidad más importante es la agilidad de aprendizaje. Por eso preguntamos a nuestros empleados: ¿qué has aprendido en los últimos seis meses? Porque el conocimiento acumulado ya no es suficiente; lo que importa es la capacidad de adaptarse continuamente”, cuenta la CEO.
Y, aunque parezca lo contrario, en su discurso hay tanto ambición como realismo. Reconoce que la tecnología es prometedora, pero también que no garantiza resultados sin cambios estructurales. “Nadie está escondiendo la cabeza. Todos reconocen que esta es una tecnología muy poderosa, y lo será aún más. Pero uno de mis superpoderes es pedir ayuda. Liderar en este contexto significa reconocer que no se puede saber todo y que la colaboración es indispensable”.