Las ausencias pueden ser un tormento si eres escritor y nadie acude a la presentación de tu libro salvo tu madre. Superada la hora de la convocatoria, los minutos de cortesía y el mal trago para el ego del autor, llegan las sorpresas. David Magrañal salió cabizbajo de la biblioteca de Jerez donde esperaba presentar su quinta novela, El asesino de viejos, sin nadie a quien contarle el libro, dejó un ejemplar para las estanterías del centro y buscó consuelo en las redes. Más de dos millones de visualizaciones, el libro agotado en todas las plataformas y la rareza digital de recibir un 99% de mensajes de ánimo, incluido el autor de best sellers Javier Castillo, ganador del premio Planeta en 2019: “Mucho ánimo, David. Te mando un abrazo gigantesco. Acabo de pedir tu libro”.

La imagen que compartió David Magrañal tras comprobar que nadie acudió a la presentación de su libro en la biblioteca de Jerez
Las ausencias se multiplican en los comentarios al caso viral de Magrañal: “Nos ha pasado a todos”. Y descubrimos escritores inasequibles al desaliento: “Había hecho ya un par de presentaciones con familiares y amigos. Ese segmento estaba ya agotado, en todas las acepciones de la palabra. Probé a presentarlo en una biblioteca pública donde había un taller literario… No vino nadie”.
Hay ausencias que representan un verdadero triunfo y otras que, por incomprensibles, provocan crisis políticas. El PP se abona a la inexistente representación institucional del Estado en el renacimiento de Notre Dame, en París, para ahondar en sus ataques al Gobierno: “Una vergüenza para nuestro país”, “el Gobierno no está a la altura de la sociedad a la que debe servir”, escribió Alberto Núñez Feijóo. El ministro Óscar López ha minimizado la polémica: “Tampoco ha habido tantos jefes de Estado y Gobiernos de la Unión Europea”.
El síndrome de la silla vacía alentado por el PP se intensifica en celebraciones y fechas señaladas. Ausencias en Notre Dame, sin los Reyes ni el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, pero con Donald Trump y Elon Musk haciéndose fotos con Giorgia Meloni. Ausencias en la misa en la catedral de Valencia por las víctimas de la DANA, sin rastro en la agenda del Gobierno, corregida a posteriori con tres ministros. Sí se esperaba a la omnipresente Pilar Bernabé, que no sabe de ausencias y siempre está, aunque oficialmente sea Diana Morant quien debe poner cara a la candidatura socialista en Valencia.
Y ausencias en las sesiones de control al Ejecutivo en el Congreso. Pedro Sánchez “se esconde”, según el PP. Aunque en el hemiciclo nada sea aún equiparable al día en que Soraya Sáenz de Santamaría hizo presidente a su bolso mientras se debatía la moción de censura que le costó el cargo a Mariano Rajoy.
Eso sí, el día que el exlíder del PP presentó su libro Política para adultos, la sala estaba llena e hizo podio de audiencia con su paso por El hormiguero de Pablo Motos, por detrás de Isabel Díaz Ayuso... Ayuso nunca se ausenta de un buen titular.