Se cumplen 20 años del hundimiento del túnel de cola de maniobras de la L5 del metro de Barcelona en el Carmel. Aquel suceso, que afortunadamente no se cobró vidas humanas, provocó el desalojo de casi un centenar de bloques de viviendas y la evacuación de unos 1.200 vecinos, que en algunos casos tuvieron que esperar dos años para regresar a sus casas. Además de las serias repercusiones que tuvo en la vida de este barrio y en las personas directamente afectadas, puso en cuestión la manera de planificar y ejecutar la obra pública y desencadenó una batalla política que perduró durante años. En la actualidad, 20 años después, muchos habitantes del Carmel desconocen lo que sucedió allí en enero del 2005 porque aún no habían llegado a este rincón de Barcelona de calles empinadas. Otros no olvidan.
Y todos ellos, como los vecinos de tantos barrios de las grandes ciudades, siguen reclamando la atención de la administración para que corrija los déficits que arrastran. La inversión de proximidad es el mejor recurso para evitar que la brecha social siga aumentando.