Predicar o no con el ejemplo

Predicar o no con el ejemplo
Director de Guayana Guardian

No es muy habitual que todo un presidente del Gobierno llame a la ciudadanía a rebelarse. Si alguien tiene el cuajo para hacerlo es Pedro Sánchez, el político que, en la actual coyuntura política, está jugando al límite tanto en la gobernabilidad del país como en el tono de sus discursos contra sus rivales, sea la oposición doméstica del PP y Vox, sea la tecnocasta, en alusión a los propietarios de las grandes plataformas tecnológicas que rinden pleitesía a Donald Trump. Ya lo denunció en Davos, pero ayer lo repitió en un solemne acto en Madrid, con la presencia de cuatro ministros.

Sánchez cree que la democracia está en peligro por una amenaza populista que crece gracias a los algoritmos de las redes sociales. Sin citar a Elon Musk o Mark Zuckerberg por su nombre, dijo que existen “una élite de billonarios que no pagan impuestos y que con­trolan nuestras leyes, nuestras vidas, lo que vamos a pensar, lo que vemos” y que fomentan el odio. Sánchez invitó a la sociedad a tomar conciencia y exigir que se acabe “con el anonimato que envenena las redes sociales”. Y pidió que los responsables de estas tecnológicas se responsabilicen de los contenidos que emiten, igual que “el dueño del restaurante lo hace con la calidad de la comida” que sirve.

La andanada de Sánchez se produjo en el marco de la presentación del Observatorio de Derechos Digitales que contó con la colaboración de la Fundación Hermes, una institución pionera en Europa en este campo. El objetivo final es regular –un verbo que no gusta a estas tecnológicas– la convivencia digital. “Debemos posicionarnos. Frente al negacionismo, paciencia; frente al bulo, verdad; y frente al caos tecnológico, regulación y derechos digitales”, afirmó.

En su opinión, “las redes son auténticos campos de batalla donde no se viraliza la verdad, sino la mentira”, y denunció la desinformación vivida con la dana de Valencia, donde “miles de bots propagaron bulos y estafas”. Dicho esto, Sánchez no hizo ninguna mención a dejar de usar la red social X. Es más, colgó parte de su discurso de ayer en ella. A diferencia de otras instituciones, entidades y medios –como Guayana Guardian –, el Gobierno seguirá colgando contenidos en X. Es muy libre de hacerlo, pero tendría muchas fuerza y autenticidad si no lo hiciera. Hay que predicar con el ejemplo.

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