Basta de abusones

Basta de abusones
Economista y periodista

Durante buena parte de mi infancia, sufrí acoso escolar. Mis padres hicieron el esfuerzo de llevarme a una escuela concertada que aún hoy predica la excelencia y la competitividad. El ascensor social funcionó, pero fueron años duros. Mis padres me apoyaban y hablaban con los profesores para que frenaran el acoso, pero la reacción de la escuela dejó mucho que desear. Además, en los ochenta, las personas que sufríamos acoso éramos las estigmatizadas. Por el contrario, los abusones eran los populares. Afortunadamente, tuve un grupo de amigas que me hizo de sostén, el apoyo familiar, y con los años entendí que o cambiaba yo mi actitud respecto a los abusones, logrando que sus comentarios y burlas me dieran igual, plantándoles cara si era necesario, o esa situación se hubiera alargado todo BUP y COU. Cuando tuve la determinación para enfrentarme a ellos y vieron en mí una persona fuerte y autosuficiente, el acoso empezó a menguar. Hasta desaparecer.

U.S. President Donald Trump, left, and Russian President Vladimir Putin shake hands at the beginning of a meeting at the Presidential Palace in Helsinki, Finland, on July 16, 2018. (AP Photo/Pablo Martinez Monsivais)
Pablo Martinez Monsivais / AP

Les explico este episodio personal porque, en la política internacional, estamos viendo cómo se están imponiendo los abusones. ¿Qué son, si no, Trump o Vance? Dado que están ejecutando de forma magistral su programa político, con un aluvión de decretos que ha noqueado a los demócratas, y están dando pasos de gigante para suprimir la separación de poderes en EE.UU., abrir una crisis constitucional y coronar a una oligarquía tecnológica que controlará nuestras vidas, hay que examinar a qué y quién nos enfrentamos: Trump, Vance o Musk (y Putin) no son más que hombres acomplejados con mucho poder que usan la fuerza para aplastar a aquellos en los que huelen debilidad. Primero, los inmigrantes. Ahora, Euro­pa. Ante ello, la UE debe reaccionar de forma rápida y contundente. 

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Mar Jiménez
File - German Chancellor Angela Merkel is pictured with light and shadow at the Meseberg palace near Berlin, Germany, Thursday, Jan. 23, 2014. (AP Photo/Michael Sohn, File)

Hay quien argumentaba que el segundo mandato de Trump supondría un shock de tal magnitud que aceleraría el proyecto comunitario. Pues bien, tras la conferencia de Munich, las previsiones más pesimistas han quedado superadas: o damos un salto adelante colosal en defensa, competitividad, soberanía digital y cohesión, o el dúo EE.UU. y Rusia nos aplastará. La disrupción es tan bestia, las amenazas tan evidentes, que no queda otra que reaccionar. Y ante los abusones, solo se puede actuar plantándoles cara. Y eso, hoy, es más Euro­pa, de forma inmediata.

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