Fieles a su cita anual con Barcelona, más de cien mil ejecutivos y profesionales del sector tecnológico y de las telecomunicaciones asisten a partir de hoy a una nueva edición del Mobile World Congress (MWC). La ciudad se ha puesto a punto para acoger a los participantes en la feria de la telefonía móvil más grande del mundo, en un matrimonio perfecto que dura ya diecinueve años y que está destinado a prolongarse en el tiempo. Es un acontecimiento que, por el momento, no toca techo. Todo el recinto de la Fira de Barcelona en l’Hospitalet de Llobregat está ocupado por las empresas expositoras, entre ellas las más importantes del mundo. Incluso han tenido que utilizarse las instalaciones feriales de Montjuïc para celebrar el Talent Arena, un evento paralelo al propio congreso, con otros 20.000 metros cuadrados adicionales. Para el 2027, está prevista la inauguración del pabellón Hall Zero, con más de 60.000 metros cuadrados, para dar cabida al imparable dinamismo de la fiebre del móvil y sus constantes avances.
Las múltiples y aceleradas innovaciones tecnológicas, ahora de la mano de la inteligencia artificial (IA), se incorporan progresivamente al móvil, en una simbiosis que hace necesaria la constante puesta al día de todas las empresas, profesionales y personas vinculadas a este instrumento que se ha convertido ya en una prolongación de la vida humana. En este hecho, reside fundamentalmente la razón de ser y el éxito creciente del congreso mundial del móvil. Desde que se inauguró el primer MWC en el 2006, el evento ha pasado de ser un congreso de móviles a una feria donde más del 60% de los visitantes procede de otros sectores.
La inteligencia artificial y sus sinergias con las redes de comunicaciones de alta capacidad, esenciales para el funcionamiento de las futuras soluciones basadas en la nueva tecnología, centrarán buena parte de los anuncios y charlas durante el presente MWC. John Hoffman, el consejero delegado de GSMA, la asociación mundial de operadoras de telefonía que organiza el congreso, advierte, sin embargo, que estamos solo ante la “punta del iceberg” de lo que veremos en el futuro. Más allá de los actuales modelos de lenguaje que han cautivado la imaginación del público, la inteligencia artificial se va a incorporar en todo tipo de soluciones y se va a integrar con el big data y la internet de las cosas, lo que permite anticipar un mundo de posibilidades aún insospechadas.
El congreso mundial del móvil vuelve a acoger a más de 100.000 visitantes de todo el mundo
En el éxito del MWC, es clave, asimismo, la perfecta organización que han desarrollado la promotora del evento, las administraciones públicas y el conjunto de sectores y operadores ciudadanos, desde la seguridad hasta el transporte, la hostelería y los demás servicios. La colaboración y complicidad institucional alrededor del MWC se puso asimismo de relieve ayer noche en la cena de gala que fue presidida por el rey Felipe VI.
En esta edición, sin embargo, hay que lamentar que vuelva la tentación de utilizar el MWC como rehén de las reivindicaciones laborales, ya que los asistentes habrán de sufrir una huelga de cuatro horas de los VTC por su ya casi eterno conflicto con los taxistas. Es importante lograr un pacto laboral definitivo para evitar conflictos en estas fechas, que son claves para la actividad económica ciudadana, el empleo y la proyección internacional de Barcelona. Se calcula que el MWC supondrá un impacto de 550 millones de euros, con una creación de 10.000 empleos.
La feria amplía el marco de la telefonía para abrirse a un nuevo futuro de la mano de la IA
Es importante, igualmente, hacer todo lo posible para no morir de éxito. En este sentido, es preocupante el incremento de precio que han registrado los hoteles durante los días de celebración del MWC, un aspecto que siempre ha inquietado a los organizadores. Todos los hoteles y el 90% de los apartamentos turísticos han colgado el cartel de completo. La asociación de estos últimos recuerda que representan el 40% de la oferta de alojamiento y que la prevista supresión de licencias pone en riesgo la celebración de grandes eventos internacionales, como el MWC, ya que no podrán alojar a sus asistentes en la ciudad.
Es importante, asimismo, que el Gobierno central haya prorrogado tres años más los beneficios fiscales de los que goza el MWC. La feria mundial del móvil ha sido y es determinante para contribuir a desarrollar Barcelona, y el resto del país, como un motor de innovación tecnológica y digital que impulsa el progreso, el crecimiento económico, la creación de empleo de alta cualificación y, consecuentemente, la transformación de la sociedad. Este es un ámbito, sin embargo, en el que hay que redoblar los esfuerzos, sobre todo en generación de talento y en el fomento de las inversiones de riesgo, ya que el sector innovador necesita de mayor aportación de capital para su desarrollo y despegue definitivo. Muchos años de renovado éxito, pues, para el MWC en Barcelona.