Al cumplirse el quinto año del inicio del confinamiento en España por culpa de la pandemia de covid, ha vuelto aquella pesadilla a nuestras vidas. Por desgracia, hay unos dos millones de personas en nuestro país que todavía lo padecen porque sufren ese extraño síntoma de covid persistente. En general, sin embargo, aquellos días de reclusión y teletrabajo quedan en el recuerdo y solo reviven cuando vemos imágenes con las entonces habituales mascarillas.
¿Hemos aprendido la lección? ¿Estamos mejor preparados para luchar contra una nueva pandemia que, según todos los expertos, acabará por llegar? La consellera de Salut, Olga Pané, expone que sí en una entrevista que publicamos hoy. Ella es una doctora con una larga experiencia en la gestión hospitalaria y vivió los dramáticos días de la covid como gerente del hospital del Mar de Barcelona.
Cuando se tiene la oportunidad de hablar con ella, acostumbra a hacerlo de forma muy clara y en la citada entrevista explica sin
rodeos el problema que arrastra la Generalitat para mantener
el coste del actual sistema sanitario, que se agrava por tener una
población cada vez más envejecida y que requiere una mayor
necesidad de atención médica. El presupuesto que destina la Generalitat a la sanidad ya ocupa una cuarta parte del total y aun así, la consellera reconoce que no puede cumplir compromisos contraídos, como, por ejemplo, los convenios con los centros concertados. La factura farmacéutica también aumenta anualmente.
Estos días que estamos hablando tanto del gasto que se va a tener que dedicar a la defensa, no está de más recordar la gran mochila que llevamos encima en relación con la deuda sanitaria. Si mañana, y no llamemos al mal tiempo, tuviéramos una nueva pandemia, volveríamos a pensar de nuevo en la necesidad de atender y cuidar la sanidad, pero hoy parece fuera del foco.
El actual modelo es dificilmente sostenible si no se hacen reformas en profundidad. El dinero no es ilimitado y vamos hacia una población cada vez más envejecida. La sanidad también gasta y requiere tanta atención mediática como la que ahora reclama la defensa.
