La Rambla que viene

La reapertura del teatro Capitol en el 2027, anunciada por el alcalde Jaume Collboni ayer al tiempo que hacía pública que el Ayuntamiento se hacía cargo del equipamiento, como ya hizo en su día con El Molino o Paral·lel 62, es una muy buena noticia para Barcelona y, especialmente, para la Rambla. El popular paseo, inmerso en una profunda remodelación urbanística, hace ya muchos años que perdió el interés de una amplia mayoría de barceloneses y había sucumbido al turismo de masas que le restó personalidad. Contar con atractivos culturales es una de las mejores medidas para salir de ese entuerto y volver a gustar a todos, no solo a los visitantes. El Liceu, el Poliorama, el Palau de la Virreina o el Centre Santa Mònica conforman una oferta de nivel, que se completará con el Capitol el mismo año que la antigua Foneria de Canons albergará un centro dedicado a la cultura y el arte digitales. Ahora queda que se reactive el proyecto del Principal, el teatro más antiguo de la capital catalana, que lleva demasiado tiempo cerrado.