Salvador Illa hizo esta semana en las jornadas del Cercle d’Economia una declaración inequívoca en contra de la opa del BBVA al Sabadell con un elocuente “preferiría que no saliera adelante por muchos motivos”. A este pronunciamiento le ha seguido este viernes la salida en tromba de las principales entidades económicas y empresariales catalanas en contra de la fusión. Está claro que el objetivo es presionar al Gobierno, que tendrá la última palabra para decidir sobre ella y también condicionar la opa.
Pedro Sánchez ha sido más comedido que Illa en sus intervenciones públicas, pero siempre se ha mostrado reticente a la iniciativa del BBVA, tanto cuando pidió que se tuviera en cuenta “la cohesión territorial” como esta semana, cuando se sacó de la chistera una consulta abierta para la ciudadanía sobre la conveniencia de la operación. Es una medida que se interpretó como un salvavidas para el Sabadell, después del dictamen de la CNMC que dejó el campo abierto para el BBVA.
Oficinas del Banc de Sabadell en Sant Cugat del Vallès
A la espera de conocer el resultado de la consulta, sería un error dar por hecho que el Gobierno va a barrer a favor del banco dirigido por Josep Oliu. Como informa hoy Manel Pérez en nuestra sección de Economía, el Gobierno lleva tiempo esperando algún movimiento del Sabadell para anclarse con algún accionista más fuerte y así blindarse no solo ante la opa del BBVA, sino también de otros bancos en el futuro. A pesar de sus buenos resultados y el crecimiento de sus acciones, el Sabadell sigue siendo hoy un banco opable y el Ejecutivo vería bien que se abriese a operaciones de concentración con otros bancos o que aumentase su núcleo duro con nuevos accionistas.
Si hiciéramos una metáfora con la campaña de comunicación puesta en marcha por el Sabadell donde se preguntaba qué
hacer con el dragón que le acechaba, la respuesta podría ser que busque un buen príncipe que le ayude a ganar la batalla de la opa y salve a la damisela, en este caso, a Banc de Sabadell. Porque el Gobierno se puede mojar hasta cierto punto, pero no va a resolverlo todo.