Hay quien se pregunta dónde se articulará la resistencia al orden iliberal que está conquistando, uno tras otro, puestos de poder. Mi respuesta es que esa resistencia ya existe: la están liderando los alcaldes. No es casualidad que, en una Europa que elección tras elección gira a la derecha, las buenas noticias las protagonicen alcaldes. En Rumanía ha sido precisamente el alcalde de Bucarest, el centrista Nicușor Dan, quien ha parado los pies al trumpista George Simion. Y en Polonia el alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, ha ganado, aunque por la mínima, la primera vuelta frente al candidato ultraconservador de Ley y Justicia, Karol Nawrocki. Sabremos el desenlace el 1 de junio. Un desenlace clave para el futuro de la UE y fundamental para las mujeres polacas, porque, aunque parezca increíble, en Polonia el aborto todavía es ilegal.
Y en la Hungría del autócrata Viktor Orbán también es el alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, quien abandera la lucha por la libertad. Ante la persecución de los derechos LGTBI y la prohibición del Pride, el alcalde ha dado un paso adelante y encabezará él mismo la manifestación. Y es otra húngara, concejal de Budapest, y antigua teniente de alcalde de Karácsony, Kata Tutto, la actual presidenta del Comité de las Regiones y una de las caras visibles de la nueva generación de europeístas que lidera las instituciones comunitarias.
Es en las ciudades donde están a salvo los ideales de progreso y democracia
Así que cuando se pregunten quién liderará la resistencia, dirijan su mirada hacia las alcaldías. Porque si fue en las ciudades donde nació la democracia, es en las ciudades donde están a salvo los ideales de progreso y democracia que alumbraron el hermoso proyecto europeo.
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Soy consciente de que los alcaldes tienen recursos limitados, de hecho la mayoría de alcaldes europeos tiene más incumbencias que competencias reales, y bien estaría que la CE despliegue más pronto que tarde, como se ha comprometido, una ambiciosa y verdadera agenda para las ciudades. Mientras, hay miles de alcaldes y alcaldesas que no dudan en jugársela por la libertad y los valores que alumbraron el sueño comunitario que formuló hace 75 años Robert Schuman. Ya lo dijo Benjamin Barber en el 2013 en su famoso libro Si los alcaldes gobernaran el mundo: “Son las ciudades, no los estados, las verdaderas guardianas de los valores democráticos”.