Las altas temperaturas del verano obligan a las administraciones públicas a adoptar las más diversas medidas para evitar los golpes de calor. El Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, habilita durante esta temporada estival cerca de 400 refugios climáticos para preservar la salud de los ciudadanos. También tiene en cuenta las condiciones de aquellas personas que trabajan bajo el sol. Y en esta categoría entran los guardias urbanos. Para hacerles más llevadera la canícula, la gerencia del área de Seguridad ha decidido adquirir, mediante contrato menor sin concurrencia, el suministro de agua mineral envasada en botellas de medio litro.
El propósito es “combatir el estrés térmico y asegurar una buena hidratación de los agentes” y poder disponer para ello de un stock de botellas de agua a fin de repartirlas en aquellos servicios estáticos de larga duración y sin posibilidad de relevo. En concreto, se trata de adquirir 6.000 botellas de agua mineral, cuya factura, con IVA incluido, asciende a 1.848 euros.