Algunos hospitales, como el del Mar y Vall d’Hebron, han empezado a permitir que algunos de los pacientes reciban la visita de sus perros. La medida puede resultar chocante para personas que consideren que un hospital no es lugar para animales de compañía.
Pero la prioridad de los equipos médicos es la atención a los pacientes. La decisión de permitir visitas caninas se limita a casos seleccionados en que se valora que el contacto con el animal puede mejorar el pronóstico de una persona. No se han hecho ensayos clínicos que valoren el contacto con perros como parte de la terapia, por lo que la eficacia de esta medida se desconoce. Pero los testimonios de médicos y pacientes que recogemos hoy en Sociedad sugieren que hay casos en que la medida es beneficiosa. Por ello, es positivo que algunos hospitales hayan tenido la iniciativa de permitir visitas de animales, seleccionando bien a los pacientes en que puede mejorar el tratamiento, y con protocolos adecuados que garanticen la higiene y eviten las molestias a otras personas que van al hospital.