Es esta noticia cierta o falsa? Una encuesta sobre casi 100.000 personas de todo el mundo revela que a más de la mitad de los ciudadanos (58%) les preocupa no poder discernir en el entorno digital entre las informaciones veraces y los bulos. El temor a ser engañados o manipulados procede también de políticos y medios tradicionales, avisa el Digital News Report, un estudio anual del Instituto Reuters y la Universidad de Oxford que es considerado de referencia a nivel global sobre el estado de los medios de comunicación.

Así, mientras que para unos los gobernantes como Trump tergiversan la realidad a su antojo, para otros son los medios los que “desinforman deliberadamente” para promover “una agenda progresista”. En medio de este choque ideológico, cae la confianza en las instituciones y los medios de comunicación. La tendencia, revela el informe, es más pronunciada en países donde las corrientes extremas o populistas están más asentadas en la actualidad, como EE.UU., América Latina o el este de Europa. Pero el fenómeno es de alcance mundial. Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, advertía la semana pasada en Madrid de la grave amenaza para las democracias que representa este descrédito y recalcaba que “todos nos beneficiamos de tener un buen ecosistema informativo”. El estadounidense ofreció la clase magistral que abrió una jornada del Observatorio de Medios en el CaixaForum, en la que más de 30 expertos y representantes de medios de comunicación analizaron cómo restaurar la confianza en los medios en la era digital.
Los ciudadanos nos piden imparcialidad, una verificación de la información más rigurosa y mayor transparencia en el origen de las informaciones
Pese al desafío que representan los cambios de hábitos informativos y el auge de las plataformas que se rigen por algoritmos en lugar de por criterios de veracidad, tanto del encuentro en Madrid como el Digital News Report emergen datos y perspectivas para el optimismo. Como, por ejemplo, que ante el temor a no saber si una información es cierta o falsa, los ciudadanos aún recurren en primer lugar (38%) a medios informativos de su confianza o a fuentes oficiales (35%). Y también ponen deberes: el veredicto de los más de 100.000 encuestados es que los ciudadanos nos piden más imparcialidad, una verificación de la información más rigurosa, mayor transparencia en el origen de las informaciones y en las correcciones de errores y, en definitiva, mejor periodismo.