En la última década, los maltratos a personas mayores de 65 años han crecido un 26%, según un reciente informe elaborado por los Mossos. Otro dato estremecedor: el 10% de las víctimas de violencia machista tiene más de 65 años. Y el peor de todos: la mayoría de estos casos de maltrato son de carácter intrafamiliar, lo que quiere decir que los maltratadores son los propios hijos o cónyuges de las víctimas, y en algunos casos sus cuidadores.
Además, los expertos alertan de que las víctimas de maltrato cargan muchas veces con la culpa, cuando el victimario es un hijo o hija. Y que una cosa es presentar la denuncia y otra muy distinta mantener la acusación en sede judicial, que es donde muchos se echan atrás.
El resultado, sobre todo cuando no hay lesiones físicas, es que muchos de estos delitos quedan impunes.
Hay que destinar más recursos, policiales y asistenciales, a la detección precoz de estos casos de maltrato, defienden los agentes policiales y los profesionales que se enfrentan, cada día más, a esta lacra.