El paripé de La Haya

futuros imperfectos

El paripé de La Haya
Consejero editorial

El documento firmado en La Haya, donde se celebró la cumbre de la OTAN, contempla que los países deberán asumir un 5% de su PIB en defensa antes del 2035 y que cada año estarán obligados a demostrar cómo avanzan en esta línea. Con unas sonrisas que parecían más de histeria que de satisfacción, los primeros ministros de los países europeos aceptaron recortar en mantequilla para comprar cañones. Para España esto supondría 80.000 millones al año, que solo pueden conseguirse aumentando los impuestos o recortando el Estado de bienestar.

Otros países que no chistaron en la cumbre, entre los que figuran Italia y Francia, tampoco saben de dónde sacarán el dinero para cumplir con lo pactado sin que la gente salga masivamente a las calles para protestar. Es posible que piensen que es el momento de pegar patada adelante, que Trump –y el trumpismo– no será eterno. Eterno no, pero se nos va a hacer largo.

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J.J. Guillén / Efe

Donald Trump y Pedro Sánchez no cruzaron una sola palabra. Solo se miraron de reojo. El presidente de Estados Unidos manifestó en su conferencia de prensa que hará que España pague el doble en aranceles si se niega a pagar en armas. Así es cómo dice que hay que tratar a los aliados en el manual de instrucciones trumpista. Contrasta el respeto con el que Trump trata siempre a Vladímir Putin a pesar de que desprecia sus indicaciones, con el matonismo con que responde a Sánchez en su intento de modular el aumento del gasto en defensa.

Los países de la OTAN firman invertir un 5% del PIB en defensa, sabiendo que será difícil cumplirlo

Lo que se vio una vez más en La Haya es el menosprecio del presidente norteamericano hacia los aliados europeos, a quienes califica de sablistas, al tiempo que insiste en que la UE nació contra EE.UU. La ignorancia es muy atrevida. Con sus exigencias y aranceles, Trump está sometiendo al continente europeo a un bullying interminable.

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