Las dos caras de la humanidad

Hace unos pocos días se hicieron­ públicas las primeras­  imágenes del cosmos obtenidas con la cámara digital más grande­ del mundo, el telescopio instalado en el nuevo observatorio Vera Rubin, construido en la cumbre del cerro Pachón, en el desierto de Atacama, al norte de Chile. En las primeras imágenes captadas por el Large Synoptic Survey Telescope (LSST) del Rubin se observaron asteroides que aún no habían sido vistos. En el futuro próximo la profundidad del campo que capta su lente permitirá ver explosiones de supernovas, nebulosas, cometas, estrellas pulsantes y penetrar en miles de millones de galaxias… y todo ello en movimiento y en imágenes fijas, en color y con una resolución de 3.200 mega­píxeles.

Authorities and scientists attend a simultaneous conference with the United States, after the first images of deep space captured by the Vera Rubin Observatory in Chile were revealed, in Santiago on June 23, 2025. The team behind the long-awaited Vera Rubin Observatory in Chile published their first images on June 23, 2025, revealing breathtaking views of star-forming regions as well as distant galaxies. More than two decades in the making, the giant telescope, funded by the US National Science Foundation and the US Department of Energy is perched at the summit of Cerro Pachon in central Chile, where dark skies and dry air provide ideal conditions for observing the cosmos. (Photo by Rodrigo ARANGUA / AFP)

  

Rodrigo Arangua / Afp

Para darnos una idea de la calidad de las imágenes del LSST, el nuevo iPhone 16 de Apple tiene 48 mpx. Un megapíxel es la medida equivalente a un millón de píxeles, el componente más pequeño de la imagen digital. Si en algún momento hemos estado cerca del universo es ahora.

Pero resulta paradójico que esta puerta que hemos abierto al infinito coincida con el uso de otras tecnologías, también muy sofisticadas, que permiten detectar la trayectoria de misiles balísticos hipersónicos o crear un avión como el Northrop Grumman B-2 Spirit, capaz de volar sin ser detectado y lanzar bombas de alta destrucción y precisión como la antibúnker de 14.000 kilos GBU-57MOP, que EE.UU. utilizó en su ataque a Irán.

Después de miles de años de desarrollo, el gen de la maldad sigue latente en el ADN de la humanidad

La información científica obtenida en Chile y las consecuencias del conflicto de Oriente Medio nos dan una idea de lo que somos capaces de desarrollar, pero, a la vez, desnuda al ser humano y muestra sus dos caras y que algo no funciona en nuestra civilización.

Después de miles de años de desarrollo, el gen de la maldad sigue latente en el ADN de la humanidad. Incluso hoy mismo, cuando la inteligencia artificial nos muestra que la creación del conocimiento aún tiene un larguísimo recorrido, somos incapaces de controlar el instinto de la maldad.

Lee también

Perdón por la insistencia

Albert Montagut
Las dos caras de la humanidad

Pero volvamos al desierto de Atacama. El observatorio Rubin, que recibe el nombre de Vera C. Rubin, la astrofísica estadounidense que desveló que las galaxias­ están inundadas de una materia invisible a nuestros ojos, ha sido posible gracias a la creación de un consorcio formado por 49 universidades estadounidenses y socios internacionales. El camino de la ciencia es el que hay que seguir para combatir la maldad. Una tarea que se antoja difícil, sino imposible.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...