Una inyección de cultura

Tras tres convocatorias del Bono Cultural Joven, comienza a haber datos significativos del uso que han hecho los cientos de miles de jóvenes que lo han solicitado. También del tercio de jóvenes que siguen sin solicitar los 400 euros de consumo cultural. Como era de esperar, la música y los grandes festivales como el Reggaeton Beach se llevan casi un tercio de la inversión, pero también es significativo que el consumo de libros y cómics esté por encima del de videojuegos. Sin duda, es hora de afinar los gastos, ayudando a que lleguen mejor a establecimientos más pequeños o ajustando las categorías que incluye el bono, que varían mucho según los países. Italia no incluye los videojuegos. Lo que es menos discutible es que el bono ha supuesto una mayor puerta de entrada para los jóvenes a los mundos de la cultura y, también, una inyección de dinero para el tejido cultural. La mejor prueba son los países vecinos, que están ya recortando sus bonos jóvenes por sus dificultades presupuestarias y que se encuentran con la oposición decidida de sectores tan sólidos como el editorial.