Ha estallado la guerra de los currículums. La dimisión de todos sus cargos de Noelia Núñez, la joven promesa del PP, por inflar su trayectoria académica con licenciaturas inexistentes, ha abierto un nuevo frente de batalla entre socialistas y populares. El equipo de Núñez Feijóo exige a su vez la dimisión del portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, al que acusa de jugar al equívoco con unos estudios de ingeniería que no completó. También la de la delegada del gobierno en Valencia, la socialista Pilar Bernabé, mujer sobre la que pesa la vergüenza acreditada de haberse atribuido una doble licenciatura que no tenía. El PSOE, a través de su ariete en estos asuntos, el ministro Óscar Puente, continúa la caza y captura de más farsantes populares.
De momento, de resultas de estas cuitas, están desapareciendo de los perfiles públicos de unos cuantos políticos másteres que no lo eran, cursillos de verano convertidos en estudios superiores y otras lisonjas del estilo que, convenientemente maquilladas y presentadas con ambigüedad, sirven para dar lustre sin esfuerzo alguno a los impostores curriculares.
Noelia Núñez
Lo cierto es que la escandalera puede despacharse sin muchos matices. La política, con la excepción de todos aquellos ámbitos de gestión y representatividad que sí demandan conocimientos específicos, no exige titulaciones. Pero la salud democrática sí necesita de la verdad. Y la mentira debe pagarse con la dimisión, aunque ya sabemos que esta no es una costumbre muy patria, como acredita el caso ya citado de la delegada del gobierno en Valencia.
Pero que los currículums hayan conquistado la cima del debate político permite aproximaciones que, sin guardar relación directa con los falsos títulos y quienes los lucen, resultan mucho más interesantes. Es el caso de la proliferación de historiales formativos alimentados con esteroides y anabolizantes que toman la forma de cursos, másteres o cualquier otra denominación. Subproductos educativos que se pueden cursar en universidades públicas y privadas (de prestigio o de tres al cuarto) y en toda clase de chiringuitos formativos, con independencia de su titularidad.
La dimisión de Noelia Núñez ha abierto un nuevo frente de batalla entre socialistas y populares
La formación de posgrado se ha convertido en una obsesión. La plena democratización de la universidad y su progresiva degradación ha hecho que lo que antes representaba un plus curricular sea ahora una necesidad. El grado universitario es ya una simple commodity que ha de acompañarse de un complemento vitamínico en forma de estudios de posgrado para que ese currículum sea tenido por algo que valga la pena al menos calibrar.
De resultas de esta realidad, apareció un boyante negocio que, a rebufo del discurso formativo de calidad, en muchas ocasiones no tiene más objetivo que el de asegurarse el cobro de matrículas de los pobres infelices que buscan a tientas, entre una oferta formativa que tiende al infinito, algo que realmente los individualice y les otorgue un saber competitivo.
La tramoya de este mundo, tal y como ha apuntado el ensayista Esteban Hernández, es mayormente extractiva. Se dirige fundamentalmente a los bolsillos de las clases medias para sacar provecho de la convicción de que el esfuerzo formativo acabará valiendo la pena. Cosa que es cierta, pero con una salvedad. Los precios y lugares en los que esos estudios de posgrado marcan la diferencia –sea por el valor del aprendizaje o por la selección de clase que impone la matrícula– no están al alcance de la mayoría. Con lo que, al igual que con los grados, los postgrados acaban teniendo un valor, tanto de mercado como de calidad del aprendizaje, sino residual, sí muy limitado en muchísimos casos.
Nada de esto aparecerá en la guerra de currículums que han montado populares y socialistas, centrada en la verdad o mentira de los títulos de los que se presume en un mundo que, como el de la política, favorece la aparición del síndrome del impostor. Ya saben, el fenómeno psicológico que afecta a quienes, pese a gozar de éxito y reconocimiento dudan de su competencia y sienten que no son merecedores de sus logros.
Solo que hay imposturas más gravosas que esas en nuestro país. Y el mercado persa a la vez que fallido en el que se ha convertido buena parte de la formación, con onerosas inversiones de tiempo, dinero y esperanzas, para la teórica construcción de un buen currículum formativo, es una de ellas.
![CORRECTION / (FILES) In this file photo taken on June 3, 2025 Denmark's Prime Minister Mette Frederiksen delivers a joint press conference with the President of the European Parliament at the Prime Minister's Office in Copenhagen, Denmark. Denmark's parliament in May 2025 adopted a law raising the retirement age to 70 by 2040, from the current age of 67. Since 2006, Denmark has indexed the official retirement age to life expectancy and has revised it every five years. In 2030 the retirement age will increase to 68, and in 2035 it rises to 69. Those born after December 31, 1970 will have to wait until age 70. (Photo by Mads Claus Rasmussen / Ritzau Scanpix / AFP) / Denmark OUT / TO GO WITH AFP STORY BY CAMILLE BAS-WOHLERT / #{emoji}147;The erroneous mentions appearing in the metadata of this photo by Mads Claus Rasmussen have been modified in AFP systems in the following manner: [In this file photo Denmark's Prime Minister Mette Frederiksen delivers a joint press conference with the President of the European Parliament at the Prime Minister's Office in Copenhagen, Denmark, on June 3, 2025] instead of [In this photo taken on June 29, 2021 elderly women sit on a bench to look at paintings displayed at the National Gallery of Denmark, in Copenhagen]. Please immediately remove the erroneous mention[s] from all your online services and delete it (them) from your servers. If you have been authorized by AFP to distribute it (them) to third parties, please ensure that the same actions are carried out by them. Failure to promptly comply with these instructions will entail liability on your part for any continued or post notification usage. Therefore we thank you very much for all your attention and prompt action. We are sorry for the inconvenience this notification may cause and remain at your disposal for any further information you may require.#{emoji}148;](https://www.lavanguardia.com/files/image_104_108/files/fp/uploads/2025/07/16/6877ed0a25d7a.r_d.4357-2706.jpeg)