A día de hoy el Barça continúa porfiando para poder inscribir a sus fichajes del verano y a futbolistas que pasan a tener estatus del primer equipo, como Gerard Martín. Nada que no le haya ocurrido al atribulado club blaugrana en los últimos veranos. Empieza a ser un clásico que ya no sorprende a nadie. El Barcelona no puede operar con normalidad en el mercado porque no ha conseguido regular su fair play financiero y Joan Garcia y Marcus Rashford continúan a la espera de si podrán ser convocados por Hansi Flick para el debut en la Liga en Mallorca del próximo sábado. Lo que era una situación incomprensible al inicio de la segunda era Laporta ya poco menos que se ha normalizado. Lo cierto es que sería conveniente y exigible que el Barça no tuviera que pasar por estas penalidades, ahora dulcificadas por un plantel de futbolistas que encandila, como se vio en el Gamper. Pero tan verdad como esto es que al final el Barcelona, con los malabares correspondientes en cada caso, siempre ha acabado inscribiendo a sus fichajes.
Al final acaban jugando
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