La Unión Europa ha registrado el primer golpe significativo en su balanza comercial por los aranceles que el presidente Donald Trump empezó a aplicar en abril sobre las exportaciones a su país. El impacto ha comenzado a notarse dos meses después. Así, en junio, las ventas europeas a Estados Unidos cayeron un 10% y el elevado superávit comercial con ese país se redujo un 48,1%, hasta los 9.600 millones de euros, según informó ayer Eurostat.
Desde abril los derechos de aduana sobre las exportaciones europeas a Estados Unidos aumentaron un 10%, un porcentaje que se sumó al hasta entonces vigente 5% de arancel general. Para los automóviles el incremento fue del 25% y para el acero y el aluminio, del 50% . El pasado 7 de agosto, en virtud del acuerdo alcanzado entre el presidente de Estados Unidos y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se implantó un arancel general total del 15% para todos los productos, incluidos los automóviles, con excepción del acero y del aluminio. De hecho, las nuevas condiciones suponen una reducción de aranceles solo para los automóviles, del 10%.
Es todavía pronto para vaticinar el impacto final que tendrá la política proteccionista de Trump en la balanza comercial entre su país y la UE. Todo indica, sin embargo, que el elevado superávit comercial europeo con EE.UU. se irá reduciendo progresivamente a pasos agigantados por el aumento de los aranceles hasta el 15%, que ya ha quedado consolidado, y también por la notable devaluación (-10%) que registra el dólar con respecto al euro desde principios de año. Con todo ello, el presidente Trump probablemente conseguirá a largo plazo su objetivo de equilibrar la balanza comercial entre ambos bloques, que en el 2024 resultó negativa para su país, con un déficit de 235.900 millones de dólares.
El superávit comercial europeo con Estados Unidos se reduce a casi la mitad en junio
Para la UE la reducción de las exportaciones a Estados Unidos que supondrá dicha doble pérdida de competitividad, la arancelaria y la monetaria, puede provocar una disminución del 0,3% de su crecimiento económico anual, que en el 2025 inicialmente debía ser del 0,9%, según cálculos efectuados por el Banco Central Europeo (BCE). Hay que tener en cuenta que, hasta ahora, Estados Unidos era el mayor socio comercial de la Unión Europea, ya que absorbía el 20,6% del total de sus exportaciones.
La única alternativa que tienen las empresas europeas para compensar la caída de sus ventas a Estados Unidos es buscar otros mercados, aunque ello es difícil. En junio, pese al descenso del comercio con Estados Unidos, el conjunto de la UE tuvo aún un superávit comercial de 8.000 millones de euros frente a todo el mundo, aunque esta cifra fue un 60,6% menor que el mes anterior, de 20.700 millones de euros.
Es evidente que la UE debe redoblar sus esfuerzos para diversificar el destino de sus exportaciones a Estados Unidos y, paralelamente, incrementar su productividad para ajustar precios. Pese a ello, sin embargo, a corto plazo habrá sectores que pueden resultar muy perjudicados, como es la industria alemana del automóvil y la agricultura. La incertidumbre arancelaria afecta considerablemente a la confianza empresarial, la inversión y las cadenas de suministro.
La política proteccionista de Trump frente a las exportaciones de la UE empieza a darle resultado
En el caso de España, en junio, las exportaciones a Estados Unidos también cayeron. Lo hicieron un 6,4% en el mes y un 5,1% en el semestre. Para paliar el impacto de la política arancelaria de Trump, el presidente Sánchez anunció un plan de respuesta y relanzamiento comercial por valor de 14.100 millones de euros. De esa cuantía, 7.400 millones serán de nueva financiación y los restantes 6.700 millones se reconducirán desde fondos ya aprobados. La dotación se canaliza a través de préstamos y avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO), así como de ayudas y mecanismos de protección laboral para los sectores afectados.
A nivel global, la Organización Mundial del Comercio (OMC) espera este año un crecimiento del comercio internacional de mercancías del 0,9%. Esto supone un incremento respecto a la contracción del -0,2% prevista en abril, pero una disminución frente al 2,7% estimado antes del aumento de los aranceles. Este aumento se debe principalmente a la estrategia de anticipación de las importaciones en Estados Unidos. Sin embargo, con el tiempo el aumento de los aranceles acabará por reducir el comercio mundial.
Las previsiones, en este sentido, indican que la tasa de crecimiento del comercio mundial estimada para el próximo año pasará del 2,5% al 1,8%. Y estas perspectivas no son buenas para nadie puesto que comportan menor actividad, menor crecimiento y menor empleo.