Desde la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, Ucrania ha recibido casi 125.000 millones de euros (145.000 millones de dólares) en ayuda financiera internacional. Aunque este apoyo, generosamente proporcionado por países socios y otros donantes, ha sido muy valioso, ha sido con condiciones. La restricción más importante es que estos fondos sólo pueden utilizarse para fines no militares, como la sanidad, la educación y los salarios de los funcionarios.
Consideremos el Fondo de Gasto Público para el Fortalecimiento de la Capacidad Administrativa (Peace), gestionado por el Banco Mundial, que proporciona financiación para costear, con cargo a los presupuestos del Estado, los sueldos de los funcionarios, incluidos los del personal de los ministerios, el profesorado, el de emergencias y el personal sanitario, así como las pensiones y otros servicios sociales.
Un dron defensivo en Zaporiya del ejército ucraniano, que puede interceptar diversos tipos de drones rusos
Con este enfoque centrado en los civiles, los aliados occidentales de Ucrania han tratado de evitar la ira del Kremlin. Pero este tipo de ayuda anima a Rusia, al tiempo que crea distorsiones que socavan el esfuerzo bélico de Ucrania y generan despilfarro. Por ejemplo, en septiembre de 2024, el parlamento ucraniano se vio obligado a aumentar el presupuesto estatal en torno a un 12% o 495.000 millones de grivnas (unos 10.140 millones de euros), para cubrir los gastos militares. En julio, el gobierno ucraniano volvió a aumentar el gasto en defensa en unos 400.000 millones de grivnas y el 21 de octubre asignó más de 300.000 millones en financiación adicional para el Ministerio de Defensa.
Al mismo tiempo, el gobierno ucraniano recientemente asignó más dinero a los comedores escolares y otros programas sociales. Y desde octubre de 2024, ha gastado 4.000 millones de grivnas en un programa de descuentos para productos nacionales, un proyecto con un impacto económico poco claro. Aunque este dinero constituye una pequeña parte de los gastos totales, podría financiar alrededor de 276.000 drones FPV básicos, un arma que ahora representa el 80% de las pérdidas rusas.
Esta evolución presupuestaria ilustra cómo las limitaciones de la actual estructura de ayuda exterior crean incentivos perversos. Para que la ayuda internacional a Ucrania sea más eficaz, debemos reconocer dos hechos. En primer lugar, la defensa es la partida de gasto más importante, porque todas las demás consideraciones -desde los programas sociales hasta la reconstrucción- dependen de la existencia continuada del Estado ucraniano. En segundo lugar, la economía ucraniana, devastada por la guerra, no puede seguir el ritmo de los gastos militares rusos, que ascendieron a 128.000 millones de euros (149.000 de dólares) en 2024, frente a los 56.000 millones de euros (65.000 de dólares) de Ucrania.
Los socios de Ucrania deben apoyar el gasto militar en lugar de los programas sociales, después de todo, reforzar las defensas ucranianas protege la seguridad de Europa
Por ello, los socios de Ucrania deben apoyar el gasto militar en lugar de los programas sociales. Después de todo, reforzar las defensas ucranianas protege la seguridad de Europa, y el ejército ucraniano impone las “sanciones”a Rusia.
Garantizar la eficacia de la ayuda exterior es especialmente importante ahora que los líderes europeos debaten el uso de los activos rusos congelados para conceder un “préstamo de reparación” a Ucrania. Aunque estos fondos podrían ayudar a sostener a la población y la economía de Ucrania, es más importante financiar su defensa (como dijo el canciller alemán Friedrich Merz), es decir, hacer frente al desafío existencial que supone la invasión rusa.
Los aliados de Ucrania deberían centrarse en ganar la guerra, que es la única condición previa para la paz, la reconstrucción de Ucrania y la integración en la UE. Esto implica poner más énfasis en ayudar a Ucrania a repeler la agresión rusa que en diseñar garantías de seguridad para “cuando acabe la guerra” o preparar un plan de defensa europeo que esté listo para 2030.
Ucrania sólo utiliza un tercio de su capacidad de producción de drones, debido a la limitada financiación
Varios informes sugieren que Ucrania sólo utiliza un tercio de su capacidad de producción de drones, debido a la limitada financiación. Con la ayuda financiera directa de donantes extranjeros, podría aumentar rápidamente su producción de aviones no tripulados, frenando así los ataques de Rusia. También enviaría la señal de que la voluntad ucraniana de luchar está respaldada por un sólido apoyo financiero de Occidente. Estas medidas harían la guerra más costosa para el Kremlin y podrían incluso motivar a Rusia a entablar verdaderas conversaciones de paz.
Esta mentalidad de “primero la victoria” debería guiar también la condicionalidad que los socios de Ucrania impongan a su ayuda financiera. En este momento, cualquier reforma debe apoyar la capacidad de defensa actual de Ucrania, no la futura. Por ejemplo, las reformas de la administración tributaria pueden crear espacio fiscal y deberían ser bienvenidas, mientras que las regulaciones medioambientales más estrictas que imponen costes adicionales a las empresas deberían aplazarse (especialmente porque la agresión rusa es mucho más perjudicial para el medio ambiente que la industria ucraniana). Pero las políticas climáticas que aumentan la resiliencia -como la construcción de centrales eléctricas “verdes” descentralizadas- deberían aplicarse de inmediato.
Los donantes internacionales también deberían financiar la defensa porque obligará al gobierno ucraniano a costear programas sociales con ingresos fiscales. Esto incentivará a las autoridades ucranianas a mejorar la eficacia de la recaudación de impuestos y a abordar otros problemas de largo plazo relacionados con la administración tributaria y la aplicación de las leyes aduaneras.
La ayuda exterior a Ucrania debe reflejar la realidad sobre el terreno. Por encima de todo, el país debe proteger su integridad territorial y su soberanía. Los esfuerzos por colmar las lagunas de financiación en ámbitos distintos de la defensa -por muy meritorios que sean- desvían la atención de este objetivo primordial y generan despilfarro. Incluso con el apoyo internacional, Ucrania dispone de muchos menos recursos que Rusia. Hay que maximizar la eficiencia de cada céntimo.
Anastassia Fedyk y Yuriy Gorodnichenko son profesora adjunta de Finanzas y profesor de Economía en la Universidad de California, Berkeley. Ilona Sologoub es editora de VoxUcrania. Project Syndicate, 2025