La mochila de Carlos Mazón es del tamaño del agujero negro más grande del universo. Se llama TON 618, pero podría llamarse Mazón 29-O. La mochila del presidente en funciones de la Generalitat valenciana es negra, con un bolsillo central de gran capacidad. Ahí Mazón lleva un jersey por si tiene frío, aunque en València no bajen de los 24 grados de día en los meses de octubre, y es imposible encontrar un teléfono móvil que, en teoría, el día de la dana no dejaba de sonar. También desaparecieron sus escoltas. Llegó con ellos a El Ventorro y al salir de comer, cuatro horas después, ya no estaban. Una mochila inhibidora y ¿succionadora?
Mazón con su mochila al hombro
La comparecencia de Mazón en el Congreso es un generador de tendencias en las redes sociales: Mazón, Dana, Víctimas, Ventorro, Es-Alert, con Gabriel Rufián y Ione Belarra como invitados especiales en los vídeos virales de la sesión. Mazón se duele por los “bulos ignominiosos y un machismo atroz” que supuestamente ha sufrido durante este año y los diputados -excepto los del PP-, los medios y las redes se encargan de someter sus palabras a un ejercicio de verificación en tiempo real.
En un año, y gracias a la instrucción de la jueza de Catarroja, se ha ido construyendo una cronología de la que se desprende una y otra vez la misma pregunta: ¿Y Mazón?
El presidente valenciano en funciones vive en una contradicción perpetua en la que confluyen la incapacidad y la negligencia. Estaba totalmente informado, pero no tenía información; respondió a un montón de llamadas, pero el móvil se perdió en la mochila cuando urgía; “hasta las cinco de la mañana del día siguiente no se supo que había muertos”, pero todos los medios de comunicación avisaban al mediodía de los desaparecidos de Utiel; era presidente, pero se “moriría de miedo” si tuviera que decidir cuántos efectivos enviar a una emergencia....
¿Se imaginan a Donald Trump muerto de miedo enviando un portaaviones a las aguas del Caribe? ¿Y a José María Aznar temblando con un puro y los pies sobre una mesa de centro a la hora de apoyar la guerra en Irak? Seguro que Federico Trillo se murió de miedo cuando decidió recuperar el islote de Perejil. El anonimato de las redes sociales propicia el insulto y la descalificación, pero ayer fueron ilustres diputados quienes en sede parlamentaria llamaron a Mazón “psicópata”, “homicida”, “inútil”, “incapaz”, “miserable” y, sobre todo, “mentiroso”, “mentiroso” y “mentiroso”.
“Mazón mintiendo sin despeinarse…”, relatan en X. Hasta que llega Gabriel Rufián.
El interrogatorio del portavoz de ERC se viraliza, pero volvamos a la mochila… Mazón entró en El Ventorro con corbata y volvió a la sede de la Generalitat Valenciana con jersey y pantalones chinos:
-Cuando tengo frío me pongo un jersey.
-¿Usted lleva normalmente un jersey encima?
-Normalmente sí, en la mochila.
-¿En octubre?
-En invierno, más.
-Octubre no es invierno… (más de 20 grados en València)
Mientras Rufián avanza, en TVE un rótulo anuncia: Llega el frío polar a España. En la mochila caben más cosas. En Sumar, quieren resolver el misterio de dónde estaba Mazón: “Usted desapareció de la faz de la Tierra, ¿se metió dentro de la mochila con el jersey y el móvil?”.
El PP no puede taponar la herida abierta por la mala gestión de Mazón. Solo cabe poner el ventilador. “¿Por qué los voluntarios llegaron antes que el Ejército y la Policía Nacional?”, pregunta César Sánchez, como si en las fotos del Cecopi del mediodía del 29 de octubre no apareciera en primer plano el representante de la UME y el de la Policía. Mazón tiene otro defensor en la sala. Fernando de Rosa, el diputado del PP que igual ejerce de dirigente popular que de ex juez decano en València y exvicepresidente del Consejo General del Poder Judicial en À Punt.
¿Y la dirección del PP? No estaban escuchando, cuenta Juan Bravo… Tienen otras obsesiones. De los últimos 60 vídeos del PP en TikTok, solo uno lo protagoniza el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo. Los 59 restantes, la mayoría generados por IA, están dedicados a Pedro Sánchez.