Desde la operación Malaya, con Jesús Gil y Julián Muñoz y sus mujeres, no había habido en España un caso de corrupción que llevara a las familias de los imputados a pasearse por programas de televisión y las páginas de los diarios. José Luis Ábalos dejó una entrevista póstuma —tras su muerte política— que se publicó al día siguiente de entrar en prisión y ahora es su hijo el encargado de tirar de la manta y destapar una supuesta operación para derribar a su progenitor.
Víctor Ábalos se convierte en tendencia digital por sus afirmaciones —sin pruebas— sobre Pedro Sánchez y Begoña Gómez, aunque lo que se viraliza en YouTube es que Ábalos ronca y su exasesor, Koldo García, con quien comparte celda en Soto del Real, no logra conciliar el sueño. Unas primeras horas en prisión muy diferentes a las que protagonizó el Trump de la Costa del Sol. Gil entró tres veces en la cárcel y aseguraba que “siempre fue líder”. Pactó con el cura de la cárcel de Segovia para que hubiera calefacción a cambio de que los reclusos fueran a misa y comulgaran y, ya puestos, en compañía del Dioni, encargó 400 pizzas para cenar.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al finalizar su discurso en la concentración contra el Gobierno de Pedro Sánchez
La estancia de Ábalos en prisión puede ser larga, pero no hay silencio que valga en las redes cuando la corruptela se convierte en salseo y hay manifestaciones que lo alimentan. El PP reunió a miles de personas el domingo en el templo de Debod de Madrid. Que esté en la calle Ferraz debía de ser casualidad y que los populares cifren en 80.000 personas los asistentes, un milagro de la física.
La réplica al cómputo de participantes tiene versión castiza: “En la plaza España como máximo caben 50.000 personas. Quienes conocemos el templo de Debod y somos de Madrid... Ahí no había 80.000 personas. A otro perro con ese collar @ppopular”, mensaje de @mariaf522. Otras con referencia catalana: “No caben 80.000 personas ni haciendo castells”, mensaje de @AntonioMaestre. Hasta Queen compite con Isabel Díaz Ayuso de la mano de @angelrioboo: “75.000 personas en Wembley… lo que hubiese molado este concierto en el templo de Debod”.
La realidad espacial se impone, pero si eran 40.000, como sostiene la Delegación del Gobierno, no deja de ser mucha gente participando de una concentración que Ayuso califica de “ejemplar, como siempre”. Tanto como los populares de Almería, que viajaron hasta Madrid para gritar en X “¡España no puede seguir así ni un día más!”, con el presidente de la Diputación, el vicepresidente y un puñado de amigos y conocidos detenidos por el amaño de contratos. ¿Mafia o democracia?, rezaba la convocatoria del PP.
Las contradicciones del PP se saldan en las redes sociales. La presidenta de la Comunidad de Madrid gritó que “ ETA está presentando su asalto al País Vasco y a Navarra, que me digan que es mentira”. Y se lo dijo y sigue diciendo Consuelo Ordóñez, presidenta del colectivo de víctimas del terrorismo: “ETA no puede entregar nada porque afortunadamente no existe, la diferencia de que no exista, en mi caso, se llama Gregorio Ordóñez. ¿Así lo entiende mejor?”.
Toda historia tiene tantas versiones como protagonistas, pero si no coincide con tus intereses siempre puedes alegar que son “distorsiones interesadas”, palabra de Juan Carlos, el rey emérito youtuber. Y, como dice Ayuso, “que me digan que es mentira”.