La propagación de enfermedades virales entre los animales es un tema de creciente inquietud. En un corto período, España ha experimentado, al igual que otras naciones europeas, brotes de gripe aviar; la enfermedad de la piel nodular que impacta al ganado vacuno; el serotipo 3 de la lengua azul, que afecta a toda la ganadería, pero con un impacto particular en las ovejas; y, más recientemente, la peste porcina africana, que se está extendiendo entre los jabalíes, aunque hasta la fecha su presencia se ha limitado a una pequeña área de Barcelona, sin haber contagiado, por ahora, ninguna explotación porcina.
Científicos especializados en virología y salud animal están investigando los motivos detrás de la aparición simultánea de múltiples virus infecciosos. El objetivo principal es discernir si esta situación es una desafortunada coincidencia o si responde a algún factor global que impacta en el ecosistema en su totalidad. Las investigaciones preliminares sugieren, en principio, la ausencia de un vínculo directo entre los virus mencionados. Sin embargo, se identifican numerosos elementos compartidos que propician la diseminación de infecciones y contagios. Entre estos se incluyen el incremento de los desplazamientos de personas y el movimiento de animales, el aumento de las temperaturas globales, la degradación del entorno natural, una mayor proximidad con la fauna silvestre, y también el auge de la producción ganadera intensiva, que facilita la propagación de patógenos debido a la aglomeración de animales.
Es claro que el calentamiento global, al elevar las temperaturas, facilita la propagación de virus y bacterias infecciosas a regiones que previamente no podían prosperar. El clima más templado ha extendido la temporada de actividad de estos organismos dañinos, que solían estar confinados a los meses más cálidos y ahora pueden permanecer activos durante casi todo el año. Este incremento en la amenaza de enfermedades debido al cambio climático impacta tanto a la fauna como a la población humana.
Advertencia sobre la concurrencia de cuatro enfermedades animales serias y transmisibles
Además de las transformaciones en los ecosistemas, otro peligro para la humanidad reside en la posibilidad de que los patógenos que afectan a los animales puedan transmitirse a las personas. Las prácticas de agricultura, el intercambio de animales, la tala de bosques y la interacción con la vida salvaje pueden ser factores que propicien esto.
Es fundamental prestar especial atención a la salud pública en lo que respecta a las infecciones que los humanos contraen a partir de virus que solo existen en animales, ya sean salvajes o de granja. Esta vigilancia se ha vuelto aún más crítica tras la impactante experiencia de la COVID-19, que resultó en una considerable pérdida de vidas y un severo perjuicio económico.
Es importante tener presente que la diseminación global del SARS-CoV-2, el agente patógeno responsable de la pandemia de COVID-19, detectado inicialmente en Wuhan, China, a finales de 2019, probablemente tuvo un origen zoonótico natural. La hipótesis predominante, apoyada por la mayor parte de la comunidad científica y la OMS, sugiere que el virus se originó en murciélagos, donde se propagaba de forma natural, y desde allí se transfirió a otras especies animales, como los pangolines u otros mamíferos, para luego infectar a los humanos mediante la transmisión en el mercado de animales vivos de la mencionada ciudad china. La alternativa, promovida por la CIA, postula que el origen del COVID-19 se debió a una liberación accidental de un laboratorio de investigación ubicado en la misma ciudad de Wuhan, si bien esta posibilidad no ha sido verificada exhaustivamente debido a la reticencia de las autoridades chinas. De manera llamativa, esta posibilidad de una fuga accidental se está examinando también como una de las posibles causas de la propagación de la peste porcina africana en Barcelona.
Los daños a los ecosistemas naturales y las alteraciones climáticas incrementan los peligros.
A positive aspect, despite all those risks of viral spread, whether among animals, between them and people, or within the human population itself, is that increasingly effective tools are available to detect, control, and combat it. Therefore, in this regard, much faster early detection is possible.
Existen mecanismos de monitoreo internacional, análisis genético y avisos a escala mundial que posibilitan la detección de epidemias virales en cuestión de días. La colaboración científica global opera de manera eficiente, con centros de investigación, científicos y administraciones públicas intercambiando información a un ritmo nunca antes visto. Asimismo, se cuenta con tecnologías como el ARN mensajero para la creación rápida de nuevas inmunizaciones. Después de la emergencia sanitaria por el coronavirus, se observa una mejora en las prácticas de higiene, salubridad y conocimiento general, lo que resulta en una mayor disposición de las personas y los servicios sanitarios para reaccionar. De igual forma, las explotaciones avícolas y de ganado han implementado avanzados protocolos de bioseguridad.
Un ejemplo reciente de combate contra un virus se observa en las medidas implementadas para frenar la diseminación del virus de la peste porcina africana en Barcelona, tras tres décadas sin esta dolencia en toda la Península Ibérica.